El equipo de abogados de Harvey Weinstein apeló hoy a la condena por delitos sexuales que se le impuso el año pasado al conocido productor de cine de Hollywood en un tribunal de Nueva York y por la que estos días cumple una pena de 23 años de presidio efectivo.
Weinstein, que desde el inicio de las acusaciones siempre defendió su inocencia, argumentó que el juicio en su contra no fue justo, entre otras cosas, porque se permitió testificar a varias mujeres que habían denunciado supuestos abusos a pesar de que en el proceso no se juzgaban esas acusaciones en concreto.
En un escrito de 166 páginas, la defensa del productor considera que esas mujeres no deberían haber sido escuchadas y dice que sus testimonios influyeron en el jurado, terminando en un juicio al carácter de Weinstein y no por los supuestos hechos de los que se le acusaba.
El jaque del #MeToo
Las denuncias contra Weinstein fueron el gran detonante del movimiento #MeToo en todo el mundo y su condena fue considerada como una importante victoria en la lucha contra el acoso laboral y las malas conductas sexuales.
El hombre de 69 años fue declarado culpable de acto sexual criminal en primer grado contra la asistente de producción Mimi Haley y de violación en tercer grado contra la aspirante a actriz Jessica Mann, delitos por los que recibió una condena de 23 años de prisión en marzo del año pasado.
«Con un año por detrás y con las emociones sosegadas, la transcripción del caso confirma lo que siempre hemos creído: que el señor Weinstein no recibió un juicio justo», señaló en The Wall Street Journal, Arthur Aidala, uno de sus abogados.
Según Aidala, la defensa está convencida de que en la apelación se subsanarán estos errores y que el caso se volverá a enviar ante otro juez. Durante el proceso, Weinstein ya trató sin éxito de que se cambiase al juez James Burke y había adelantado su intención de recurrir la sentencia.
En la apelación, la defensa argumenta también que el juez debería haber reemplazado a una miembro del jurado que había escrito un libro sobre relaciones entre mujeres jóvenes y hombres «depredadores» de más edad, lo que para los abogados de Weinstein hacía que no fuese imparcial.
«La apelación penal de Harvey Weinstein es un intento desesperado de deshacer un juicio justo supervisado por el juez Burke y las conclusiones de un jurado bien razonado y reflexivo. Confiamos en que la apelación no alterará su condena y sentencia», dijo por su parte, el abogado Douglas Wigdor, quien representó a siete víctimas del productor, incluida Tarale Wulff, quien testificó en el juicio penal.
Cabe recordar que Weinstein, pese a la condena, ha sido acusado públicamente de acoso y otros delitos sexuales por decenas de mujeres y se enfrenta aún a varias denuncias ante la Justicia, por las que podría ser juzgado en Los Ángeles, donde la Fiscalía le ha acusado de al menos tres presuntas violaciones.