El día de la celebración nadie le reprochó haber levantado el busto del general. Esta es su historia.
En Zapadores 501 hay una botillería llamada JM. Su dueño es Joaquín Medel, el mismo que levantó un busto de Augusto Pinochet en la celebración del triunfo de Sebastián Piñera en las presidenciales del domingo pasado. Al lado de su local hay un almacén y una cuadra más allá, una panadería.
En ese contexto reconoce que no vende barato pero tampoco caro. Es un barrio con aspecto similar al de otros de la comuna de Recoleta. Ahí, entre rejas atiende el protagonista de la foto, que tiene la imagen en un aparador bien alto de su local.
Sabe que es conocido por los vecinos porque lleva 20 años ahí. «La gente me respeta. Los de izquierda viejos me respetan. Los jóvenes a veces me gritan cosas pero porque son ignorantes. Me gritan ‘el pinochetista cu…’ o ‘el facho’. Me gritan desde los autos, pero nunca me lo dicen en la cara. A veces me dicen cosas y yo les respondo que compren en otro lado, aquí mando yo», relata a Publimetro.
Antes de ser locatario trabajaba en la calle. Un día viernes le ofrecieron la botillería y él la compró al martes siguiente. Desde ahí no se movió más. Por eso conoce a su clientela al detalle. Justo cuando el termómetro marca 30º C, pasadas las 15:00, llega una persona a comprar una cerveza Dorada de litro.
Quien atiende al parroquiano es uno de sus hijos y a modo de broma, el cliente le pregunta. «¿Está el Joaquín?». Luego se dirige a él diciéndole «Ah, yo pensé que no estabai, ya iba a empezar a hablar mal de voh». Sabe que el dueño está gozando de una fama efímera.