Si algo no se le puede dejar de reconocer a Nintendo es que, pese a todos los vaivenes con sus consolas, por esfuerzo no se han quedado. El relativo fracaso de GameCube a comienzos de milenio cambió el paradigma de la compañía y desde entonces dejaron de competir en el formato “tradicional” de consolas que apuestan a la potencia, para probar con conceptos un poco más frescos que lo normal. Con Wii le dieron al clavo y rompieron el mercado, pero con Wii U fracasaron.Esa Wii U tenía un par de problemas clave: el formato nunca prendió entre el público masivo y, más importante aún, en 2012 no había la capacidad de presentar ese formato de la manera más correcta posible. Video/ Betazeta