Hace ya tiempo que Anna Beletskaya decidió colgar la toga y abandonar los juzgados en los que trabajaba para dedicarse a un oficio que exige mucha más fortaleza física: la herrería.
Hace ya tiempo que Anna Beletskaya decidió colgar la toga y abandonar los juzgados en los que trabajaba para dedicarse a un oficio que exige mucha más fortaleza física: la herrería.