Opinión

El esperado cierre de una saga

  1. Periodista especializado en cine, programador de Sanfic y comentarista en Radio Cooperativa.

Cuarenta y dos años después de que la «Star Wars» original diera inicio a una franquicia que parece inagotable y de la que siguen surgiendo nuevos productos derivados -basta con ver cómo la serie «The Mandalorian» ha sido muy comentada a lo largo del último mes-, llega el tan esperado Episodio 9, «El ascenso de Skywalker», en el que el director J. J. Abrams, luego de dar vida a esta nueva etapa hace cuatro años con el Episodio 7, vuelve a estar a cargo del desafío, que esta vez era aún más arriesgado, porque no sólo significaba finalizar una trilogía que continuó con la historia que aparentemente había terminado en 1983 con «El regreso del Jedi», sino además tenía en sus hombros el peso de concluir de la manera más satisfactoria posible la saga oficial.

Con buenos efectos especiales y logradas escenas de acción, el filme entretiene, cumple en buena medida con lo que se podía esperar y aunque no va más allá de eso, debería dejar satisfechos a los más fanáticos, sobre todo porque hay muchos guiños y ecos -y algunas sorpresas que es mejor no adelantar para no caer en spoilers- de las anteriores entregas que de seguro les despertarán aún más la emoción y la nostalgia. Abrams ya ha confirmado antes que es un cineasta inteligente y talentoso, y acá además de volver a mostrar el cariño que siente por el legado y la tradición de «Star Wars», sabe sacar partido a lo que tiene potencial -por ejemplo, aprovechar el material que dejó filmado Carrie Fisher, o el regreso del veterano Billy Dee Williams como Lando Calrissian- y acotar lo que antes no tuvo demasiada resonancia, como el personaje de Rose Tico.

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Los más cínicos y escépticos podrán decir que es más de lo mismo y que de cierto modo se sigue una fórmula, y puede que tengan razón en más de un aspecto, sobre todo en su guion que no profundiza ni desarrolla demasiado las situaciones y personajes, y se conforma con soluciones de escaso impacto y no mucha originalidad. Pero al menos no podrán acusar a «El ascenso de Skywalker» de lo que sí culparon a las dos anteriores películas: de haber seguido el esquema o «pauta» de las dos películas originales de la franquicia. Entretenida y efectiva, ésta es una conclusión que pudo llegar aún más lejos, pero de todos modos es digna, utiliza bien sus recursos y el factor nostálgico.

«Pupille: En buenas manos»

Nominado este año a siete premios César, incluyendo mejor película, dirección y actuaciones protagónicas, este segundo largometraje de la actriz y realizadora francesa Jeanne Herry -que se exhibirá exclusivamente en las salas de arte de Hoyts y en el cine El Biógrafo- aborda de manera conmovedora y humana las distintas facetas que implica el complejo tema de la adopción, a través de una historia coral que va desde los trámites burocráticos del proceso hasta lo íntimo de los sentimientos, dudas e ilusiones de las personas involucradas. Un guion y puesta en escena que consiguen esquivar los aspectos más empalagosos y manipuladores del argumento, y en especial las excelentes interpretaciones de su elenco, ayudan a un resultado convincente y emotivo.

Las opiniones expresadas aquí no son responsabilidad de Publimetro

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