* Sacerdote y columnista. Twitter: @hugotagle
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No hay nada más importante en la vida que amar y sentirse amado, decía Javiera Suárez en muchas ocasiones y lo repitió su marido Cristián en una nota de despedida. Sí, el testimonio de amor a la vida, a Dios, a los suyos, que deja Javiera es enorme. “Aceptó esta etapa final al igual que la enfermedad, con entrega, confianza en Dios, siempre mirando hacia adelante y pensando en los demás”, dice su marido en la nota. Partió en paz, rodeada de sus seres queridos, luego de dar una intensa lucha contra el cáncer. Murió regalando alegría y amor a quienes la visitaban.
Pero quiero subrayar un aspecto que se ha mencionado en los medios. En marzo de 2016 se le diagnosticó esta terrible enfermedad mientras estaba embarazada. Pudiendo optar por un aborto para facilitar el tratamiento, decidió seguir con su embarazo. Con su marido optaron por salvar las dos vidas. Su hijo Pedro nació sin complicaciones y es un testimonio vivo de su lucha por la vida. Sí, dio un ejemplo de generosidad y entrega, que echó por tierra los diagnósticos sombríos que le dieron. ¡Gracias Javiera por tu gran ejemplo de madre! Una última foto suya con su hijo Pedro a los pies de la Santísima Virgen dan cuenta de su paz interior, amor y confianza en Jesús y la Virgen, a quienes sintió siempre a su lado. ¡Gracias Javiera por tu enorme fe!
Y providencial que el domingo celebremos el Día del Padre, ya que muchas de las virtudes que caracterizaron a Javiera les sirven a los padres. En efecto, quiero aplaudir y apoyar a los miles de papás aperrados, camiseteados con sus hijos, dedicados y cariñosos. Lamentablemente la paternidad en Chile hay que escribirla con letras chicas. Somos uno de los países con más alta tasa de natalidad en hogares monoparentales, en su mayoría sólo llevados por la madre, una abuela o tía. Muchos niños crecen en el abandono afectivo, con un padre más que ausente. Javiera con su marido supieron entregar amor, dedicación, tiempo y ánimo a su hijo, el mejor de los regalos.
Sí, son muchos los que se juegan por sus hijos, que dedican energías y ganas para sacarlos adelante; que los acompañan en sus triunfos, dolores y luchas. Porque esto de ser padre no es “dar más cosas”, plata o paseos. Se trata de dar tiempo, dedicación, estar presente en la vida de los hijos.
Buena parte de los problemas de delincuencia, drogadicción y faltas de respeto en colegios, tiene que ver con una imagen débil, negativa o ausente del padre. Tendríamos menos problemas sociales en Chile si existieran mejores referentes paterno-maternos. El único referente lo encuentran en la calle.
Un padre vive con coherencia entre lo que dice y lo que hace. Los hijos necesitan coherencia en sus vidas, y ella se la deben dar los padres. Un padre es el primer modelo de respeto, perdón, comprensión, paciencia, tolerancia y amabilidad. Será la mejor -o peor- escuela.
Recurra a San José, patrono de los padres, para pedir sabiduría en la conducción, paciencia en la aplicación, fortaleza y coherencia en la ejecución de lo que se propone ¡Feliz día a todos los papás! Que el buen Padre Dios, Dios de la vida, los proteja, les regale su gracia y los colme de bendiciones.
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