Periodista, fundador de diariopyme.com y de la comunidad innovarock.cl
@leomeyer
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Hace unos días me invitaron a exponer en el Hospital San Juan de Dios con motivo del inicio de un proceso que implicará a parte de su cuerpo médico trabajar en tres desafíos en el marco de la incubadora de innovación que se está desarrollando con el apoyo del Centro de Sistemas Públicos de la Universidad de Chile.
Me pidieron que compartiera la visión que existe de “la innovación” en la sociedad, cómo se está comunicando en los medios de comunicación y qué recomendaciones le podía dar a quienes forman parte de esta experiencia.
Lo primero fue compartirles mi hipótesis: en Chile la cantidad de actividades, información y casos de innovación desbordan la capacidad y el interés de los medios que difunden toda esta revolución.
Para demostrarlo investigué un mes para encontrar evidencias y decubrí que de cada 10 correos electrónicos que me envían diariamente con información ligado a noticias de innovación, apenas 2 aparecen en los medios ese mismo día o al siguiente. Los otros 8 nunca fueron publicados en ninguna parte o en medios muy de nicho.
Con esa evidencia, a lo que sumé información recopilada durante años como profesional de las comunicaciones ligado al tema de la innovación, expuse cuatro síntomas
1)En Chile se vincula la innovación como algo “que viene a futuro” y eso no es así. Pregúntenle a la industria del turismo que jamás hizo nada en materia de innovación y hoy compite con Uber y AirBNB, entre otros.
2)Se hace ver que la innovación va a terminar con todos los procedimientos tradicionales que hoy siguen vigentes. Error. Los modelos se transformarán y se adaptarán a los cambios. En salud, por ejemplo, algunos diagnósticos se podrán hacer a través de aplicaciones móviles, pero eso no significa que ya no necesitemos ir al doctor.
3)La innovación aparece como algo lejano y elitista, cuando en realidad es todo lo contrario: cercana, abierta, colaborativa y en constante cambio, lo cual permite que todos podamos conectarnos con ella. El problema aquí está en la empresa privada, especialmente las más grandes, que lentamente (demasiado, me parece) se están vinculando con un ecosistema innovador muy conectado entre si.
4)Falta darle impulso a nuevos medios o secciones que hablen más y mejor de innovación para generar lo que yo llamo “Innovación Democratizadora”.
¿Mi diagnóstico? Paradigmatitis aguda de la innovación. ¿La receta? Que los actores públicos, privados y la academia definan recursos y un plan de acción para visibilizar más y mejor “la innovación” en la agenda pública. Y de manera urgente para no terminar en la UTI.
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