- Cocinero en trance. Twitter: @Psyfat
Si de algo se trata el período de vacaciones es de disfrutar, tratar de desconectarse y vivir por algunas semanas de forma diferente, lograr juntar a la familia para un destino común y así aprovechar el tiempo que no se tiene durante el año.
Si bien nadie está obligado a tomarse el feriado durante el verano, la tendencia es evidente durante enero y febrero y con la playa como imprescindible. Sin el sonido de las olas, la arena y las deliciosas palmeras pareciese que no se logra el objetivo; otros destinos para muchos no cuentan durante soleado verano.
Como si nada, nos fuimos de paseo, luego de una acalorada reunión familiar. Algunos decidimos salir a una playa cercana y Maitencillo fue la elección. Como estábamos cerca el viaje en auto fue corto y en un abrir y cerrar de ojos ya estábamos con pies en la arena escuchando a las sirenas.
Era pasado el mediodía y el llamado del aperitivo se hacía presente. Spritz para los adultos y agua con gas para los niños, el sol está en su punto más alto y el calor no da tregua. Afortunadamente, estábamos instalados en la terraza de Punta Mai, con vista al mar y a los niños que quieren aprender a surfear.
La recomendación para picar fue un plato de parmesanos variados, ostiones, machas, locos y camarones gratinados en la clásica preparación costera, una delicia para compartir. Mientras decidíamos qué comer de fondo, relajadamente recorrimos la extensa carta y creo que terminamos decidiendo por platos más clásicos que novedosos. Yo comí locos con ensalada, no hay dónde equivocarse si el molusco está bien preparado y lo estaba. Un congrio frito espectacular crujía cada vez que se le sacaba un bocado; fritura bien hecha que cubría un gran medallón del pescado anguiliforme. Pero el ganador de la mesa fue el pulpo, tiernos tentáculos que venían en una especie de ajillo acompañado de papas.
Finalmente, todos tomamos un trozo de lo bueno que estaba. De eso se trata la playa, ¿o no? Aprovechar la cercanía de los productos, la frescura indudable cuando ves que por un lado entran los pescadores con el fruto del mar recién salido, a la espera de que quienes gozamos con sus bondades lleguemos a disfrutar.
Hay que valorar el trabajo del hombre que mucho antes del amanecer comienza su jornada en búsqueda del tesoro marino. Siempre me ha asombrado el oficio del pescador, sea de red o de arpón, o los acuicultores presentes a lo largo de nuestra extensa costa.
Coordenadas: Punta Mai, Avenida del Mar 1366, Puchuncaví. Telefono +56 32 2771908.
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