Este sábado 4 de septiembre llega el tan esperado cambio de hora, para dar inicio a la mejor temporada del año, la del calor, la primavera y el verano.
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Cuando sean las 00:00 horas, pasando de sábado a domingo, se produce el cambio para tener más luz en las tardes, donde se adelanta el reloj hasta la 01:00 de la madrugada.
Todo el país debe efectuar esta modificación, salvo Magallanes y la Antártica, que conservan el horario de invierno.
La comunidad científica internacional no está de acuerdo en tener diferentes husos horarios a lo largo del año. Evolutivamente nuestro cuerpo está diseñado para empezar a funcionar cuando sale el sol y no a oscuras, como sucederá con el cambio de hora de sábado, por lo que recomiendan mantener el horario de invierno los 356 días.
Las consecuencias de esta modificación que sufriremos el fin de semana puede elevar la tasa de accidentes, los problemas cardiovasculares y aumentar en el nivel de estrés.
Para prevenir estos efectos, Luis Larrondo, académico de la Pontificia Universidad Católica de Chile y director del Instituto Milenio de Biología Integrativa, nos entrega dos recomendaciones clave para tener en cuenta, sobre todo en las primeras jornadas, donde más notorio se hace el cambio de hora.
- Exponerse a la mayor cantidad de luz natural en las primeras horas de la mañana, para dar señales a nuestro cuerpo para que se mantenga despierto.
- Evitar el uso de pantallas digitales durante al acostarse durante la noche, para no retrasar la capacidad de conciliar el sueño, para que la mañana siguiente no amanezcamos cansados. Ya que las pantallas le dan señales al celebro de que aún es de día, y que se necesita quedar despierto más tiempo del necesario.
Así que ya sabes, apaga el celular por las noches y abre de par en par las cortinas por la mañana.