BioNTech, la compañía alemana que se asoció con el laboratorio Pfizer para fabricar la primera vacuna contra el covid-19 confirmó esta semana que acelerará las pruebas para encontrar una forma modificada de su fórmula que permita inmunizar mejor contra la variante Delta.
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Según informó el laboratorio germano, se asume que los ensayos clínicos debieran estar listos para el cuarto trimestre de este año, los cuales permitirían establecer si la combinación de vacunas es eficaz contra esta variante más contagiosa y la cepa original del coronavirus.
Los hallazgos de BioNTech
En palabras de la confundadora y directora médica de BioNTech, Özlem Türeci, a la publicación Fast Company, la vacuna de su laboratorio se puede adaptar a las nuevas cepas con una rapidez sin precedentes gracias la tecnología de ARN mensajero utilizada por la empresa, que usa el código genético de la proteína espícula del virus SARS-CoV-2, el virus que provoca el covid-19, para enseñarle al cuerpo a producirla y aprender a combatirla.
«La vacuna que estamos usando ahora tiene la proteína de pico original, y lo único que básicamente necesitamos hacer es cortar esta parte y tomar la proteína de pico de la variante Delta», aseguró Türeci, quien aclaró que la tecnología ARN «puede servir como lo que se llama tecnología de plataforma, lo que significa que si simplemente haces un cambio en una secuencia del código, la tecnología es tan estable que todo lo demás permanece básicamente igual».
Así las cosas, desarrollar una nueva versión de la vacuna podría tardar unas pocas semanas.
«Si se tiene la secuencia, en principio, podemos hacer la vacuna en menos de cuatro semanas», explicó Uğur Şahin, cofundador de BioNTech y director ejecutivo de la empresa. «Con todas las pruebas que se requieren, nos lleva menos de 100 días enviar realmente la vacuna».