El astrónomo José Maza cuenta los días para cumplir uno de sus más anhelados sueños de los últimos años. Y no es precisamente algún descubrimiento científico el que lo mantiene en vilo, sino la posibilidad de por fin viajar a España para poder reencontrarse con su madre, una española de 92 años a quien no ha podido ver desde hace ya dos años por los problemas de la pandemia.
Las nueva medidas sanitarias impuestas por el Gobierno nacional le abren una ventana al profesor Maza, quien en entrevista con LUN contó detalles de lo duro que ha sido para él la ausencia de su mamá.
«Mi madre cumplirá 92 años y estoy contando los días para viajar a Barcelona a verla. Su nombre es Margarita Sancho, nació en España y se vino a Chile en el Winnipeg. (Espero) hacerle cariño en el pelo porque las palabras ya no están o no llegan a tiempo», cuenta uno de los más connotados científicos chilenos, que como cualquier persona, sufre por el distanciamiento con su madre, quien hace cuatro años vive en una residencia para adultos mayores en Barcelona.
«Está muy deteriorada, pero la recuerdo muy activa y dicharachera. Estudió en la Escuela Normal para convertirse en profesora, pero no ejerció tras casarse a los 19 años con mi padre, León Maza Cañizares, un andaluz que casi la doblaba en edad, silencioso y que luchó en la guerra civil. Mi madre fue fundamental en mi formación pues siempre me incentivó a leer. Ella era gran lectora y recitaba de memoria a Rubén Darío y García Lorca», recuerda Maza, quien aún se sorprende porque su madre «puede hablarte con detalles de la guerra civil, pero se olvida de lo que hizo el día anterior».
El recuerdo de José Maza
Ese deterioro físico es el que preocupa a Maza, quien revela que el año pasado su madre incluso debió lidiar con el covid-19.
«La soledad la comenzó a comer. Estaba con mi hermana que también vive en España, pero no pudo tenerla más tiempo: mi madre se despertaba a las 3 de la mañana, desorientada. Con mucha reticencia la ingresamos a una muy buena residencia, con visita de médicos cada mañana. Aún así, en mayo del año pasado le dio covid-19. Fue una paciente asintomática, pero un mes más tarde comenzó con síntomas raros. En el hospital le descubrieron insuficiencia renal producto del covid-19, al parecer. Estuvo dos semanas internada y recuperó su función renal», contó.
Esa preocupación es la que ha mantenido a Maza constantemente conectado a la distancia con su familia. «Mi hermana me llama, me manda videos o hablamos por videoconferencia, pero no sé si está conectada», dice el profesor, que íntimamente espera que en esos contactos su madre pueda, al menos, reconocerlo.
«Como madre española, ella era súper controladora, capaz de dar su opinión hasta cuando no se la piden. Cuando le puse Gabriel a mi hijo no estuvo de acuerdo. Hasta que cumplió 88 se encontraba ciento por ciento lúcida y autovalente, viviendo en el departamento que compartió con mi padre en Tarragona. Yo la iba a ver cada año y ella, desde que volvió a su país, viajó a Chile unas 10 veces», recuerda Maza, que por 60 años ha debido mantener una relación a distancia con su madre, ya que su padre y ella decidieron regresar a España tras el golpe militar de 1973 en Chile y el profesor optó por retornar al país luego de realizar un doctorado en Canadá.
«Yo regresé a Chile, pero ellos no. Mi padre, que era 18 años mayor que ella, murió en 1978 y mi madre está en su país. A pesar de todos los años allá, no tiene el hablar de los españoles», finalizó.