“Exterminados como ratones” es la portada que publicó La Segunda el 24 de julio de 1975. A propósito de una información falsa sobre una purga, también falsa, realizada por grupos de izquierda en el continente. La información encubrió, en realidad, el asesinato de personas en el marco de la Operación Colombo.
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Según publicó Cooperativa, la hermana Bárbara Uribe, una persona que la DINA hizo desaparecer durante dicha operación, presentó una denuncia ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para que La Segunda rectifique esta portada, de hace 46 años este sábado.
La acción de Viviana Uribe, la hermana de Bárbara, es representada por los abogados Francisco Bustos y Pablo Fuenzalida. Busca que se establezca que hubo responsabilidad internacional del Estado y se vulneraron disposiciones de la Convención Americana en materia de derecho a la honra, a la integridad psíquica, a un recurso efectivo y, por sobre todo, el derecho a la rectificación.
Las afirmaciones de la portada de La Segunda de 1975 quedaron desmentidas en un fallo de la Corte Suprema del 17 de septiembre de 2019. La resolución condenó a miembros de la DINA como autores de secuestro y desapariciones forzadas de Bárbara Uribe y Edwin Van Yurick. Ambos eran mencionados en el artículo a propósito de la portada como asesinatos fuera del país.
“Exterminados”… mal intento
Luego de ese fallo le pidieron al diario efectuar una rectificación. La respuesta del diario fue publicar el 12 de noviembre de 2019 un artículo a media página con el titular “Corte Suprema confirma que joven matrimonio fue secuestrado por la DINA en 1974”. Sin firma. La portada del diario de ese día no menciona este artículo. Trae en cambio menciones a los ministros Briones y Blumel.
Para los demandantes esto fue “notablemente insuficiente”. Los familiares de Uribe expresaron su disconformidad al diario, pero nunca contestar. Por ello se presentó un recurso de protección, para que el medio rectificara la portada de “Exterminados como ratones” y pidiera disculpas públicas.
El recurso lo rechazaron las cortes de Apelaciones y Suprema. Por eso, se recurrió a la CIDH.