Era la décima sesión de la Convención Constituyente y la presidenta del organismo, Elisa Loncon, tomó la palabra.
El ambiente estaba enrarecido por la polémica que protagonizó Teresa Marinovic, acusada de racista tras sus ataques a la machi Francisca Linconao.
La convencional de la extrema derecha aseguró que la machi «no pierde oportunidad de hacer show», luego que Linconao hiciera una intervención en mapudungún, su lengua originaria.
La presidenta salió al frente de esta polémica y realizó un llamado a la unidad, que terminó con los convencionales aplaudiendo de pie.
«Con el amor es posible vencer odio»
Loncon apeló a lo esencial: el respeto, el amor y un trato digno entre seres humanos, más allá de sus creencias y orígenes.
«El amor es la base para poder entendernos, comprendernos, escucharnos. Con el amor es posible vencer odio, es posible generar esperanza, es posible armar futuro», aseguró.
«Yo, sentándome aquí en este hemiciclo como presidenta de la Convención, llamo a todos los convencionales a hablar desde ese amor», solicitó Loncon.
La presidenta de la CC recordó que «somos seres humanos, tenemos los mismos derechos y con ese amor yo creo que vamos a aceptar que seamos diferentes, porque no somos iguales. Porque hay identidades diferentes en todas las casas”.
Culto a la represión
Loncon llamó a sus pares a no caer en actos de represión y respetar la diversidad que hay en la CC y que, de hecho, la hace tan representativa.
“No podemos hacer el culto a la represión de ningún tipo. En nuestras familias están instaladas las diferencias y lo más pedagógico es acoger esa diferencia“, agregó Elisa Loncon.
