Un niño de sólo 7 años, en Taiwán, murió tras sufrir en el mes de abril, una hemorragia cerebral severa después de que durante una clase de judo, su compañero y su entrenador practicaran lanzamientos sobre él.
El niño asistió a clase el 21 de abril bajo la supervisión de su tío, quien, según los informes, lo filmó en clase para mostrarle a su madre que el judo era potencialmente inadecuado para él.
El video muestra que un compañero lo arroja varias veces durante la clase y el niño grita varias veces, pero a pesar de esto, su entrenador le ordena que se levante y al niño mayor que continúe tirándolo, e incluso él mismo lo levanta de proceder a levantarlo y tirarlo al suelo él mismo y tira al suelo.
El niño entró en coma y tras 70 días, sus padres decidieron desconectarlo.