Echarse en el sillón a ver una película o una serie extranjera en Corea del Norte podría costarte una dura pena de cárcel si es que no una sentencia de muerte.
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Así lo estableció el régimen de Kim Jong-un que busca acabar con todo tipo de influencia extranjera en el país asiático.
Un conjunto de leyes, que fueron introducidas a finales del año 2020, ha funcionado como el marco legal de una creciente represión contra todo tipo de “pensamiento antireaccionario”.
Según el Daily NK, medio que obtuvo un extracto de la ley, ésta sanciona con sentencias de hasta 15 años a todo aquel ciudadano que tenga en su posesión alguna película o serie surcoreana.
Así como también se prohibe imitar la manera de hablar o escribir de un surcoreano.
«Se establece que, si un trabajador es descubierto, el jefe de la fábrica puede ser castigado, y si un niño es problemático, los padres también pueden ser castigados. El sistema de monitoreo mutuo alentado por el régimen de Corea del Norte se refleja agresivamente en esta ley”, dijo el editor de Daily NK, Lee Sang Yong a la BBC.
