La población española ayer vivió con desbordante alegría y ansias el último toque de queda del estado de alarma. En un ambiente festivo y con aglomeraciones generalizadas por todo el país, cientos de jóvenes se han concentrado este domingo de madrugada en plazas y grandes avenidas al tocar las doce.
Así relata el diario La Vanguardia el gran paso que dieron los españoles en el contexto de la pandemia.
Durante los últimos seis meses las calles se habían mantenido vacías y en silencio a partir de las 22 horas, en la mayoría de comunidades autónomas, y a las 23 horas en el caso de Madrid.
La celebración de la población por el fin del estado de alarma vuelve a llenar la vía pública como si de la noche de fin de año -de esas anteriores a la pandemia- se tratara.
Baile, tragos y fiesta en las calles
Gente bailando en los balcones, botellones en las calles y concentraciones de jóvenes a gritos de «libertad» han dibujado un panorama festivo pero también irresponsable, en ciudades como Barcelona, Madrid, Zaragoza y Valladolid.
Una noche marcada por la ausencia de distanciamiento social y mascarillas así como la presencia reforzada de la policía.
Adiós «puto toque de queda»
En Madrid, los agentes policiales se viero obligados a desalojar la Puerta del Sol a las 23:30 por la cantidad de gente que esperaba allí a la hora señalada.
Lejos de perderse la celebración e ir a casa, los grupos de jóvenes se han esperado en calles cercanas y, al faltar pocos segundos para las doce, han iniciado una cuenta atrás para correr en estampida hasta la plaza, con la policía observando la escena atónitos.
En Malasaña, también se han producido aglomeraciones, sobre todo de jóvenes al grito de «libertad» y «puto toque de queda», muchos sin mascarilla y absolutamente todos sin guardar la distancia de seguridad para evitar contagios, reseña el diario español tras una jornada inolvidable.
