“Mis abuelos y bisabuelos han sido gente trabajadora, campesina, obrera y el Estado nunca los cuidó. Además fueron víctimas del terrorismo de Estado. Vivieron en el desastre de no tener acceso a la salud o a una vejez con una pensión digna, y ahí es cuando siento la responsabilidad de que, eso que vivieron, no lo tenga que pasar nadie más”.
Esa reflexión está marcada a fuego en Karina Oliva (35). Y precisamente es la motivación que hoy la hace luchar con uñas y dientes por convertirse en la primera gobernadora regional de la RM, como representante del Frente Amplio. Su “oferta”: construir una ciudad en la que todos puedan caminar sin miedo.
¿Cuáles son tus argumentos para sostener que se necesita un cambio profundo?
-Porque quedó en evidencia que quienes llevan 30 años en la política no han presentado un proyecto país y han generado sólo una administración de las desigualdades. Hay exministros (Catalina Parot y Claudio Orrego) que hoy son candidatos y ellos fueron administradores de la desigualdad, no agentes de transformación. Y ahora ya no podemos seguir normalizando que la RM sea sinónimo de desigualdad. Esas personas aprendieron a vivir bajo esa lógica y nosotros proponemos derrumbar esas murallas de gestión de la política, porque ha sido poco útil para la ciudadanía y muy útil para los grupos económicos. Por años, no han resuelto las dificultades de las familias chilenas.
¿Crees que puedan confiar en ti para eso?
Soy una chilena promedio, muy promedio, muy distinta a lo que pueden ser los otros candidatos y eso ha generado una empatía super grande. Además nos han visto con mucha decisión al abordarla. Lo que la ciudadanía esta solicitando es que quienes se postulan a un cargo tienen que hacerlo con valentía y no con acciones pusilánimes. Creo que podemos dar una sorpresa. No hemos descansado, hemos aplanado la región, caminándola, recorriéndola y conversando con la ciudadanía.
¿Cuál es la propuesta que le haces a la gente?
-Queremos crear ocho polos productivos, uno en cada provincia y tres en la provincia de Santiago. Estos ocho polos tienen cuatro pilares. Uno en función de la urbanidad, que tiene que ver con la conectividad y el transporte público, el desplazamiento, las áreas verdes y cómo construimos una ciudad caminable a 15 minutos. Segundo, la implementación de economías circulares. Queremos fomentar el desarrollo local de cada una de las zonas para que la gente no tenga que trasladarse y pueda desempeñar su actividad económica dentro del territorio. Tercero, la sustentabilidad. Queremos generar políticas públicas de reforestación de plantas endémicas, porque necesitamos reconstruir los pulmones verdes que están profundamente dañados. También ahí queremos levantar en cada uno de estos polos plantas de tratamientos de residuos orgánicos. Y cuarto, seguridad, que es uno de los temas más importantes para la ciudadanía. Queremos apuntar a una política de prevención del delito, la gestión de un consejo interrelacionado con los ministerios, policías, INDH, Fiscalía, municipalidad y sociedad civil. La gente tiene que tener una ciudad donde puede transitar sin miedo.
Y en cuanto a orden público ¿Cómo ves lo que hoy ocurre en Plaza Baquedano?
-Las atribuciones sobre el orden público y las policías es directamente del delegado presidencial. Sin embargo, queremos hacer gestiones, para que se deje de criminalizar el movimiento social. No puede ser que Plaza Dignidad sea un lugar simbólico que sólo recuerda a Carabineros como una institución enemiga de la ciudadanía, y eso ha sido parte de la política de la instalación del miedo que ha puesto el gobierno de Sebastián Piñera. Queremos retomar la plaza, resignificarla y convertirla en un espacio cívico y democrático, donde la ciudadanía se pueda reencontrar con lo que ha significado ese lugar para la historia de nuestra país, pero que también tenga un espacio de memoria, de activismo cultural, social, democrático y participativo. En eso, Carabineros toma un rol en que deja que la ciudadania se manifieste y se aboca a abordar las situaciones delictuales que puedan existir y que son minoritarias.
¿Y la actuación de Carabineros en ese lugar?
-No puede ser que se traslade un contingente tan grande a ese sector y se deje a comunas aledañas a Santiago, sin carabineros, totalmente inseguras y donde se generan mas episodios de violencia. En esto, el Gobierno ha sido despota, porque en realidad su política es un fracaso. Como no tienen política, lo que hacen es mandar contingente policial. El Gobierno sólo genera problemas de orden público.
Uno de los ejes de tu campaña es llevar lo popular a todas las comunas ¿De qué se trata eso?
-Va en línea con que no puede ser que haya comunas para ricos y comunas para pobres. Se necesitan procesos de integración político, social y económicos. Esto tiene que ver con los derechos que tienen todas las personas sean garantizados y que el nivel de ingresos no sea una excusa.
Para todo esto se requerirá diálogo con el resto de las autoridades ¿Qué expectativas tienes de esa coordinación?
-Algo relevante que tiene el Gobierno Regional es que es un cargo donde tu mayor aliado es la misma ciudadanía. El Gobierno Regional de la RM es el gobierno que va a tener la segunda votación más grande después del presidente. ese impacto es profundamente relevante. Eso significa que cuando hablemos de integración, a la mayor parte de la RM le va a parecer de sentido común, con esa atribución, con ese contacto, nosotros vamos a dialogar con alcaldes, parlamentarios y también con el gobierno de turno. Evidentemente no lo podemos hacer solos, pero sí podemos ser quienes los impulsen .
¿Y cómo sigues esa carrera presidencial? Tú has tenido acercamientos tanto con Jadue como Boric, ¿tienes a tu candidato?
Gabriel es un tremendo liderazgo, es alguien que con todas las dificultades que ha tenido que enfrentar el último tiempo, por las decisiones políticas que ha tomado, como por ejemplo lo del acuerdo del 15 de noviembre, es un liderazgo que no tiene miedo a tomar decisiones. Eso es valorable y no cayó en cálculos de corto plazo, sino que lo hizo pensando en el país y eso requiere valentía. Eso ne parece totalmente deseable de alguien que lidere el país. Y, por su parte, Daniel Jadue ha demostrado que también se pueden correr los cercos de los posible. Creo que esa articulación es importante. Por eso, invito a Paula Narváez a que se sume a construir este escenario más democrático, más transformador desde el progresismo, para que se superen las desigualdades que se han implementado desde el neoliberalismo. Necesitamos que ella sea parte de ese proceso para que demos una alternativa real a la ciudadanía, más amplia y que ellos decidan cómo construir esta nueva sociedad.
¿Y tú?
-Yo no tengo ninguna aspiración presidencial. Mi carrera hacia el Gobierno Regional ha sido bastante larga y políticamente yo no lo veo como una alternativa. Hay que construir un ideario de un proyecto país muy grande y yo ahí puedo colaborar, pero articularlo, pero no estoy en condiciones de ser candidata. Yo quiero llegar al Gobierno Regional, quiero ganar y hacerlo bien. Sí estoy disponible y estoy trabajando, para articular distintos sectores de la oposición, para que tengamos un próximo gobierno de verdad transformador.
¿En el Frente Amplio está esa convicción de generar la articulación?
-Lo importante no es que se dialogue entre sectores políticos. Nuestras responsabilidad no es con el Frente Amplio per se, no es una responsabilidad con la oposición. Acá no hay una definición ensimismada. Esto tiene que ver con el desafío y la responsabilidad política que tenemos para entregarle al país completo una alternativa. El Frente Amplio no puede ser un espacio donde sólo le hable al Frente Amplio, tiene que tener una responsabilidad con el país y así también el resto de los partidos y creo que hay disposición a eso.
¿Si logran eso se impondrían a la derecha, a Joaquín Lavín, por ejemplo?
La gente no quiere otro gobierno de la derecha, quieren un gobierno que se haga cargo de manera democrática del proceso constituyente y que al mismo tiempo contribuya a ir cambiando todas las desigualdades instaladas. Joaquín Lavín tendría que gobernar con los mismos que ha gobernado Piñera. Lavín es una pantomima de socialdemocracia, pero es alguien que esta en contra de los derechos más amplio de las personas, como la educación no sexista o la ley de aborto. Es super fácil ser alcalde de Las Condes, cuando tienes un presupuesto anual per cápita incluso más grande que el de la RM. Hacerse cargo un país de tanta desigualdad, cuando sólo haz hecho política desde el espacio más cómodo, creo que no es alternativa para la gente. Puede caer bien, pero algo muy distinto es que lo elijam