El primer ministro francés, Jean Castex, anunció una nueva reconfiguración de las medidas para hacer frente al avance del coronavirus, entre las cuales está el confinamiento durante cuatro semanas de hasta 16 departamentos, la mitad de ellos en la región de París, la más afectada.
«La progresión de la pandemia se está acelerando notablemente», lamentó Castex, explicando que las cifras de las últimas semanas «muestran lo que parece cada vez más claro que es una tercera ola», informa el diario ‘Le Parisien’.
A partir de este viernes, ocho departamentos de la región de Isla de Francia, cinco de la Alta Francia y tres de los Alpes Marítimos permanecerán confinados durante las próximas cuatro semanas. El toque de queda comenzará a partir de las 19.00 horas (hora local), una hora más tarde para adaptarse al horario de verano, y afectará a todo el país, incluso a aquellas regiones que no quedan confinadas.
«Hemos descubierto que la variante británica es más virulenta y potencialmente más grave. La situación se está deteriorando, nuestra responsabilidad es ahora que no se nos escape», ha reconocido Castex, quien ha informado de más de 1.200 pacientes internados en unidades de cuidados intensivos en la región de París.
Esta nueva cuarentena cuenta con una serie de modificaciones con respecto al impuesto el pasado mes de noviembre. Así, las escuelas permanecerán abiertas, al igual que las librerías y las tiendas de música. La normativa de los lugares de culto se mantendrá como hasta ahora, así como el fomento del teletrabajo, y los negocios considerados no esenciales permanecerán cerrados.
Sin embargo, el Gobierno permitirá a la población pasar más tiempo al aire libre, pues, tal y como señala Castex, «estamos infinitamente menos expuestos fuera que cuando nos reunimos en espacios cerrados sin mascarilla».
Así no habrá límite de tiempo para permanecer en la calle o hacer ejercicio en el exterior siempre y cuando no se sobrepase un radio de 10 kilómetros con respecto al lugar de residencia, e incluso estarán permitidos los viajes de un día por la región previa obtención de un salvoconducto.