En el caso del pequeño Tomás abundan las teorías. Y, hasta ahora, nada ha sido descartado y las indagaciones de personal especializado continúan. Pero hay una de las posibilidades del abanico que ha sido desestimada por el abuelo paterno del niño de tres años: que un puma lo haya atacado.
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El día en que Tomás desapareció, el miércoles por la tarde, el niño, como relataron sus familiares, no había dormido siesta, por lo que estaba cansado. Eso, como aseguran, podría haber gatillado que, mientras esperaba a su tío abuelo en la búsqueda de los animales, se quedara dormido y que un animal, como los pumas que hay en el sector, lo tomara.
Sin embargo, el abuelo, que dice conocer la zona, aseguró a Bienvenidos: «El niño no podría haber caminado tanto, no había hecho su siesta. Puede que se haya sentado, se haya quedado dormida y de ahí que haya desaparecido, que lo haya encontrado una tercera persona. No lo sé (…) Se dice que capaz que haya pasado el león, o el puma que anda por acá».
«Pero la verdad es que si fuera así, pudiera haber quedado una prenda de ropa si lo hubiera arrastrado, se le habrían caído los zapatitos. La verdad es que uno no sabe», comentó.
Asimismo agregó que durante la búsqueda se metieron a una quebrada, porque el animal «siempre su presa la lleva hacia las quebradas. Pero al meternos, yo llegó muy cerca de la quebrada, escuchamos un rugido bastante fuerte, y me desconcertó completamete».
De esa forma, descartó que la zona hubiesen encontrado algo.