El seremi de Salud de la Región de Valparaíso, Francisco Álvarez, se refirió este viernes a las fiestas clandestinas en plena pandemia, como la ocurrida en Cachagua, desclasificando además insólitas irresponsabilidades cometidas por personas.
«Estuve más de 20 días en la UCI, más de 10 días conectado a un ventilador mecánico y seis semanas intentando recuperarme. A mi, el coronavirus casi me mata. Sé que es muy difícil vivirlo, pero me deja de dar impotencia ver el nivel de irresponsabilidad de hacer fiestas clandestinas», señaló la autoridad a La Segunda.
El seremi indicó que a lo largo del país se han detectado fiestas clandestinas de 100, 200 o 300 personas. Al respecto, afirmó que «hemos visto algunas donde te cobran un precio por participar del evento, y un segundo precio o recargo, para juntar el dinero que conlleva la multa sanitaria».
Además, desclasificó algunas situaciones insólitas ocurridas durante la pandemia. En ese sentido, detalló hechos como grupos familiares de cinco personas que vienen de otra región todos con hora al mismo médico o un menor de 3 años en un permiso colectivo de trabajo.
Álvarez recordó un episodio ocurrido en Santo Domingo. «Es increíble, pero un grupo de personas le estaba celebrando el cumpleaños al gato… terminó con 15 contagiados», expresó.
«También hemos identificados ‘patas negras’. Ha sido muy incómodo. Porque aparece una persona contagiada y en la trazabilidad de contactos estrechos te vas dando cuenta que no sólo estuvo con su señora o su marido», remató el seremi.