Tras quedar en libertad y con arresto domiciliario, el líder del grupo ultraderechista «La Vanguardia», Roberto Belmar, sufrió una fuerte golpiza en las afueras del Centro de Justicia por parte de desconocidos.
Cerca de cinco personas golpearon a Belmar hasta que Carabineros logró sacarlo del lugar. Fue en ese instante cuando el líder de «La Vanguardia» aseguró ante las cámaras de Chilevisión que «voy a seguir peleando por Chile, no me importa nada».
Belmar había sido detenido por disparar balines de goma a un grupo de manifestantes que protestaban en Paseo Ahumada a favor de los detenidos durante el estallido social.
Por lo mismo, fue formalizado por los cargos de desórdenes públicos y amenazas, quedando con las medidas cautelares de arraigo nacional y firma mensual.
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