Con arraigo nacional y firma mensual quedó el líder de ultraderecha, Roberto Belmar, tras protagonizar violentos desórdenes la jornada de ayer miércoles en Paseo Ahumada.
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Al sujeto, que fue formalizado junto a Martín Soto por desórdenes públicos y amenazas simples, el Ministerio Público le imputó cargos por haber «alterado gravemente orden público» portando armas «con apariencia de fuego». Esto, en circunstancias que se desarrollaba una manifestación por los presos políticos.
Ambos imputados, detalló la fiscal Debora Quintana, de la Fiscalía Centro Norte, amenazaron a un hombre de iniciales J.G.L, «señalándole ‘estás muerto’, ‘te vamos a matar, estás muerto’, mientras lo apuntaban con las armas con apariencia de fuego».
Belmar quedó con prohibición de acercarse a la víctima.
Los «amigos» de Belmar
En la audiencia, además, fueron formalizados Javiera Zapata y Miguel Maulén, quienes, de acuerdo con el relato de la Fiscalía, agredieron a personal de Carabineros.
«Al lugar llegó personal de Carabineros, quienes procedieron a la detención de Belmar y Soto. En los instantes que se efectuada la detención, los imputados Miguel Maulén y Javiera Zapata, en conjunto con un grupo indeterminado de personas, intentaron arrebatarle de las manos a los detenidos», sostuvo la persecutora.
Ante la protección de los funcionarios, agregó la fiscal, Maulén amenazó a un cabo primero de Carabineros, señalándole: «Paco culiao te voy a matar». A su vez, mientras Zapata era subida al carro policial, continuó Debora Quintana, utilizó un gas pimienta para agredir a un subteniente de la institución policial, quien resultó con lesiones leves.
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Zapata fue formalizada por los delitos de maltrato de obra a Carabineros y amenazas a Carabinero en ejercicio de funciones, quedando con arraigo nacional y firma mensual, mientras que Maulén por amenazas a Carabinero en ejercicio de funciones, quedando con la misma medida cautelar.