El economista Marcel Claude, quien fue candidato presidencial en las elecciones de 2013, está de regreso en el universo de la política. Esta vez se postulará a la alcaldía de Papudo con el patrocinio de Unión Patriótica, coalición liderada por Eduardo Artés.
En entrevista con El Observador, Claude entregó algunas definiciones de su proyecto para la comuna costera de la Quinta Región. «Lo primero es que, de acuerdo a las cifras que nosotros manejamos, en casi todos los municipios del país el 65% de los recursos están muy mal asignados. Es decir, en Papudo es posible sustentar un proyecto sobre la base de unos tres mil quinientos millones de pesos anuales».
«Con estos recursos disponibles, el proyecto que estamos impulsando y que hemos denominado ‘Papudo Decide’ tiene como idea central darle al pueblo el derecho a decidir sobre su futuro. Esto es una propuesta que ningún candidato o candidata a alcalde a lo largo de Chile ha hecho. Nosotros entendemos que Chile despertó, que hay una rabia profunda con la gestión de todas las autoridades del país, desde los municipios hasta La Moneda. Es por ello que nuestra gran propuesta es que toda decisión que comprometa el futuro de la ciudad sea tomada por el pueblo de Papudo en plebiscitos vinculantes», prosiguió.
En cuanto a su conexión con Papudo, el ex funcionario del Banco Central contó que «mi tatarabuelo materno llegó aquí cuando era puerto, contratado por el Presidente (José Manuel) Balmaceda como ingeniero para construir las vías del ferrocarril a Valparaíso. Por eso, fijó su residencia en La Ligua. Mis abuelos vivieron acá y mis padres también, por más de 20 años. De hecho, mi padre está enterrado en el Cementerio de Papudo. Él fue presidente comunal del Partido Demócrata Cristiano y junto a mi madre apoyaron el trabajo parroquial de la Iglesia Católica por largos años».
«Yo, por mi parte, pasé largos períodos de mi infancia y adolescencia en este rincón de Chile. Recuerdo muy bien andar con mi abuela en la playa comprando pescado, en los tiempos en que el congrio colorado se vendía en los mismos botes y los locos se apaleaban en la caleta», agregó.