La Fundación para la Confianza es una organización sin fines de lucro que trabaja en la prevención del abuso sexual infantil. Brindan acompañamiento integral y gratuito a personas que han sido víctimas de abusos durante su niñez. Su director es José Andrés Murillo, quien fuera víctima de Karadima.
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Hoy Murillo desea seguir avanzando en su cruzada por un mundo mejor para los niños, niñas y adolescentes: esta vez, desde la construcción de una nueva Constitución.
¿Por qué decidiste postular como candidato a la Constituyente?
–Estamos en un momento tremendamente importante para la historia de nuestro país. Probablemente el más importante desde 1810. Vamos a crear un pacto común, una base de confianza mutua para seguir existiendo como comunidad nacional. Es un momento en el que me gustaría que muchas cosas sean parte de esto y no queden afuera: como los derechos de los niños. Generalmente lo usan como eslogan, pero no se han creado efectivamente garantías para la niñez. Esto no es un derecho social o una política social. Es una política transversal, es un derecho humano.
¿Cuáles son las principales carencias en esta materia en Chile?
–Son al menos dos o tres. Por ejemplo, los niños, niñas y adolescentes (NNA) no son reconocidos como sujetos políticos: como sujetos en sí. Salvo, tal vez un poco, en la familia. Están subordinados al interés superior de la familia. Nosotros queremos que el interés superior de los NNA quede como un principio constitucional. Que atraviese todos los organismos públicos y privados.
¿En qué sentido?
–Todos los ministerios, todos los servicios, todos los proyectos del país deben integrarlos. Las políticas deben construirse pensando en el interés superior del niño y la niña.
«Las personas sin cuarto medio a veces son más sabias que mis profesores», José Andrés Murillo
Vas a candidato por el Distrito 10, que incluye las comunas de Ñuñoa, Providencia, Santiago, Macul, La Granja y San Joaquín. ¿Por qué elegiste esa zona?
–En el distrito 10 yo he vivido los últimos 10 años. O incluso un poco más, los últimos 15 años. Me siento absolutamente representado por este lugar. No me gustaría hacer turismo electoral e ir representando a un lugar donde no vivo. Podría ir por otros lugares. Incluso tengo planes de irme a vivir al sur. Pero quiero ser coherente. Y prefiero postular en base a la coherencia no en cálculo.
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¿Crees que es más difícil ser candidato independiente?
–Es mucho más difícil, pero creo que es una señal también. Por un lado creo, y estoy seguro, que los partidos políticos son fundamentales para la vida política de un país. Pero en el poder constituyente es importante que también hayan independientes. Como decían los franceses: los partidos son parte del poder constituido. Por eso, ellos son parte de la maquinaria del poder, y son necesarios. En esa línea yo no estoy tan de acuerdo con los independientes en general, salvo en algunos momentos clave, como el que estamos viviendo ahora.
Sé que tengo cuesta arriba la candidatura. Todavía no tengo las firmas que necesito, pero siento que soy parte al menos de forma simbólica.
Tú tienes mucha preparación. ¿Qué opinas de los candidatos sin tantos estudios?
–Creo que el sentido de comunidad no es un monopolio del mundo académico. El mundo académico muchas veces simula el sentido de comunidad, pero desde teorías. Nosotros acá necesitamos la visión real del país. No este cliché de la señora Juanita. Necesitamos ser interrogados y puestos en cuestión por grupos de niños, adolescentes, personas de distintas realidades. Me he dado cuenta que la sabiduría de las personas de a pie que no han terminado a veces ni el colegio es muchas veces muy superior que la de mis profesores incluso.
«Creo que el sentido de comunidad no es un monopolio del mundo académico», señaló.
Niños y niñas: «Deben ser el centro de todo»
El enfoque principal del trabajo académico y social de Murillo son los derechos de los niños, niñas y adolescentes. En este sentido, el académico considera que “se debe trabajar en una Constitución que de manera transversal considere el interés superior del niño”. Para Murillo, no se trata de una ley puntual, sino que “deben ser el centro de todo”.
Señala, por ejemplo, que incluso las políticas de vivienda, medioambiente, trans-porte y otras, deben ser construidas siempre considerando a los niños como sujetos que son parte importante de la sociedad. En esa línea, el director ejecutivo de Fundación para la Confianza citó a Gabriela Mistral, señalando que “ella en 1920 nos dijo que podemos hacer un mundo mejor para los niños, y que así, sería un mundo mejor para los adultos también”.
Ficha del entrevistado:
- Nombre: José Andrés Murillo
- Edad: 45 años.
- Hijos: tres.
- Cargo: director ejecutivo de Fundación para la Confianza.
- Otros: actualmente realiza publicaciones como investigador académico en materias de abuso y niñez.