Para Vlado Mirosevicno es fácil dejar el Frente Amplio. Considera “doloroso” que el Partido Liberal haya abandonado la colectividad, porque ayudaron a construirla, buscando renovar la política.
Pero no había otra. La tiende quiere construir una mayoría de toda la oposición, y en el bloque se impuso una tesis distinta. Ganó “ir por una coalición más identitaria y testimonial, que más bien separa aguas con el resto”, asegura.
La crisis viene de antes de las primarias, incluso sería posterior al estallido. ¿Qué pasó?
—La salida anterior de otros partidos responde a otros debates. Uno de los hitos sí fueron las primarias de la oposición, donde cada uno inscribió la suya y eso creo que fue un primer indicio de que, en la práctica, el Frente Amplio estaba renunciando a construir una mayoría opositora. Eso nos hace concluir que el Frente Amplio está optando por un camino propio, con otras fuerzas, como el PC.
¿RD es el principal responsable del “quiebre”?
—RD ha tenido ambigüedad. Ha tomado un camino legítimo, pero en esta obsesiva idea de unidad de la oposición estuvimos bastante solos. Si en este momento inédito de llevar un proceso constituyente nosotros estamos divididos, no sé cómo se va a mirar eso en el futuro. Creo que se la va a juzgar como una oposición que no logró ponerse de acuerdo.
La presidenta de RD ha llamado a la unidad, como usted. ¿Qué los separa?
—La unidad no puede ser una cuestión retórica y RD tendrá que decidir en qué posición está. Si creen que hay que hacer una lista de un polo de izquierda, que separe aguas, está bien, es legítimo, pero que lo digan de esa manera. Si creen en lo otro, defiendan esa posición.
¿Son poco transparentes?
—No los quiero juzgar, es un debate que tendrán que tener en la interna, no me meto.
¿Con quiénes van a llevar conversaciones?
—No lo tenemos resuelto. No es una decisión con calculadora. Nosotros fuimos el segundo partido más votado en las primarias del Frente Amplio, no es que nos estemos yendo por no tener futuro electoral. Es muy doloroso, no teníamos ganas de irnos.
¿Siente que les arrebataron el Frente Amplio?
—Diría que hubo una mayoría que tomó otra opción, el camino propio y testimonial, pero no estoy seguro que haya sido el espíritu original con el que formamos el Frente Amplio. Nosotros nos sentimos muy representantes de ese espíritu original. Pero es válido que opten por lo que ellos quieren, no los juzgo.
Pero cambiaron el rumbo...
—El espíritu original era cambiar la política, renovarla, y eso es difícil hacerlo desde un rincón. Sin construir una mayoría no vamos a cambiar nada, no vamos a conquistar derechos sociales, sin mayoría no hay nada, sólo un proyecto testimonial.
¿Será la condena del FA?
—Sería arrogante leer el futuro de ellos, no lo sé. Yo espero que nos volvamos a encontrar y construir mayoría. El punto es que ojalá esto no signifique que nos farreamos la oportunidad. Si vamos a estar con esta actitud refractaria en la elección presidencial va a ganar la derecha y eso no es aceptable.
¿Y cómo se levanta un candidato desde una oposición tan dividida? ¿Hay espacio para Beatriz Sánchez?
—A Beatriz le guardamos el mayor cariño y respeto. Tiene un tremendo liderazgo muy importante para Chile, se la jugó enteramente por la unidad y tampoco la coalición la acompañó. Ella tiene un tremendo futuro y mucho que aportar.
¿Dónde esperan poner los acentos de la discusión legislativas?
—Vamos a concentrarnos en el proyecto de eutanasia. Vamos a presionar para que se ponga en tabla. Y también queremos establecer mayores conexiones con el mundo independiente.