Las violaciones a los derechos humanos ocurridas desde el estallido social por agentes de Carabineros y las Fuerzas Armadas, no han tenido las respuestas esperadas en Chile, con causas que no han mostrado «los avances suficientes«.
Según un reportaje de la agencia EFE, de las 4.682 supuestas víctimas cifradas por el Ministerio Público, solo 66 agentes policiales y militares han sido procesados, algo que el Instituto Nacional de Derechos Humanos calificó como «insuficientes«.
Sergio Micco, director del INDH, señaló que «las cifras hablan por sí solas» y que «el compromiso de que no va a haber impunidad se expresa aumentando los recursos para el sistema procesal» y con la «reforma integral del cuerpo de Carabineros«, algo que no ha ocurrido.
La directora de la Coordinadora de Víctimas de Trauma Ocular, Marta Valdés, por su parte señaló que los casos de Fabiola Campillai y Gustavo Gatica son «casos excepcionales» y que «no se ha hecho justicia» con el resto de violaciones a los derechos humanos. Es que los únicos dos policías imputados por las heridas oculares son precisamente quienes dejaron ciegos a Campillai y Gatica, dos casos que dieron la vuelta al mundo.
Para Ericka Guevara, directora para las Américas de Amnistía Internacional, se ha usado «como excusa a la pandemia«, ya que en Chile «no hay fiscalías dedicadas en exclusiva a este tema y tampoco hay suficientes policías dedicados a investigar estos crímenes».