Joyas vivas. Moda sustentable. Dos conceptos que se unifican en Energía Suculenta, emprendimiento que busca dar valor a la belleza natural. Lucirla responsablemente, con todo el cuidado que requiere el medio ambiente. Uniendo estas dos ideas, que para muchos pueden ser contrapuestas, Paola Astudillo comienza a diseñar y crear accesorios con suculentas.
“La belleza y el medio ambiente pueden convivir muy bien juntos, pero con el respeto y cuidado que requiere el cuidado de una planta”, asegura esta emprendedora a Esfuerzo Pyme y Publimetro. La idea es clara: tener la posibilidad de lucir una joya viva o accesorio único y natural, pero con responsabilidad. “Usarla para una ocasión especial, como parte de una moda sustentable. Luego plantarla y verla crecer”, explica Paola.
“Siempre nos fijamos que cada una de nuestras confecciones protejan la integridad de la suculenta. También entregamos todas las instrucciones para el cuidado de la planta”, continúa la fundadora de Energía Suculenta, quien explica que cada “planta puede durar hasta un mes en buen estado en cada accesorio, luego crecen y es hora de devolverlas a su lugar, la tierra”.
Pero este emprendimiento que unifica la belleza natural, con accesorios y moda sustentable no se queda sólo en la confección de productos, también realiza talleres online como «Joyas Vivas». En tan sólo dos horas se enseñan dos técnicas para diseñar tus propios accesorios vivos.
Un emprendimiento que puede ramificarse en muchas aristas…
Soy periodista, pero en fondo soy una emprendedora cíclica. Cuando inicio una pyme evaluó la idea, su aplicabilidad y rentabilidad. Estudio el mercado, el público. Saco los costos. Busco el financiamiento, hasta que al final lo ejecuto.
Ah, con espíritu, corazón y sangre emprendedora…
Sí y disfruto todo ese proceso del que te hablé. Y luego, pienso en otro. En el proceso mi marido me mira y siempre dice lo mismo: “¿Aquí vamos de nuevo, cierto?”. Llevo muchos años creando todo tipo de emprendimientos. Ahora, por ejemplo, estoy con Joyas Vivas. Todos, sin excepción, me han llevado a mundos desconocidos.
¿Qué has aprendido en este proceso creativo?
Hay que conocer al público al que vas dirigido. Cuando vendía joyas finas con circones, perlas y otras piedras comprendí que no eran joyas lo que vendía. Era la experiencia de usar algo exclusivo, original y caro. Aprendí que mi producto debía estar mejor segmentado y tomé la difícil decisión de reducir intencionalmente el número de clientas.
¿Cómo así?
Algo que no fue fácil cuando el sentido común y la tentación te inclinan a lo contrario. Pero comprendí que bastaba con tener a un grupo selecto de clientas. Reduje la inversión y las pérdidas, ya que ahora sólo compraba lo que realmente vendería y mis ingresos mensuales, que al comienzo eran inciertos, pasaron a ser fijos al planificar las ventas.
Eso lo enseña sólo la experiencia…
Así es. Recomiendo emprender, pero hay que estar dispuesta al sacrificio. Es mucho trabajo. Cada experiencia fue delirante, pero ¡¡¡magnifica!!!