El trabajo de construir ataúdes es artesanal, por lo que no es posible pensar en esa labor como si se tratara de una fábrica.
“Los proveedores de urnas son artesanos. El 90% está hecho a mano. No hay producción en línea y todo el proceso es muy delicado”, le dijo a La Tercera el presidente de la Asociación Gremial de Dueños de Funerarias, Igor Woldarsky.
Pero en vistas de las peores proyecciones que se hacen debido a la pandemia de coronavirus, es que se ha empezado a mirar cómo han abordado el aumento de muertos otros países que han tenido más decesos que el nuestro por el covid-19.
En Colombia idearon una solución novedosa, aunque algo lúgubre, para enfrentar la escasez de camillas de hospital y féretros: crearon una cama de cartón con barandilla metálica que se convierte en ataúd.
En Guayaquil, el principal puerto de Ecuador y la ciudad más castigada por el coronavirus de ese país, respondieron con ataúdes de cartón ante la gran demanda de féretros, lo que ya habían hecho antes en Venezuela por la crisis económica.
Hasta en Nueva York, la ube de Estados Unidos más azotada por la pandemia, han utilizado ataúdes de cartón, más baratos que los tradicionales de madera, para acelerar las incineraciones.
Siguiendo esos ejemplos es que la empresa nacional Paper Project, ubicada en la comuna de Huechuraba y que desde hace más de una década se especializa en la fabricación de productos de cartón orientados a la industria del embalaje y marketing, se reinventó para ofrecer ataúdes de cartón baja la denominación Atabox (www.atabox.cl).
“Esta es una idea que surgió hace diez años, con el terremoto de 2010, pero en ese tiempo no se concretó. Sabemos que es algo que genera resistencia, por la tradición y porque es una propuesta distinta, pero además de que puede ayudar en medio de la pandemia hay un tema de sustentabilidad que les hace sentido especialmente a los jóvenes. Por ejemplo, en Argentina desde hace mucho tiempo hay una empresa que ocupa el cartón para hacer féretros”, señala a Publimetro la gerente general de Paper Project, Gabriela Herrera.
En estos momentos la empresa es capaz de fabricar 200 ataúdes diarios, y el valor de cada uno de ellos es de menos de cien mil pesos.
“Este producto es una solución sanitaria eficiente que permite ahorro de costos ante la emergencia sanitaria por la pandemia. Los ataúdes son capaces de soportar hasta 120 kilos de peso y están hechos con un cartón corrugado de alta resistencia más tecnología honeycomb. Para armarlos no es necesario tener herramientas y su diseño contempla asas que facilitan el traslado. Además, la tapa posee un sistema de enganche o seguro que hace que una vez que estén cerrados no es posible volver a abrirlos. Y otro punto para considerar es que podemos transportar muchas unidades de una sola vez”, agrega la ejecutiva de Paper Project.
Desde la Funeraria Inmemoria consideran factible el uso de ataúdes de cartón, como lo señala el supervisor comercial Wilfredo Flores.
“No puedo negar que hemos conversado sobre este tema, en vistas de lo que ha pasado en otros países. Y consideramos que estos féretros pueden ser una respuesta ante un posible aumento de fallecidos por el covid-19. Y también hay que considerar que debido a la crisis económica a lo mejor hay personas a las que les puede resultar complicado costear un servicio tradicional, cuyos costos van desde los 650 mil pesos hasta los seis millones de pesos”, dice el funcionario de la empresa de servicios funerarios.
“Nosotros ya contamos con un producto asimilable, que es una ánfora biodegradable hecha de cáscara de coco y celulosa. Lo que sí no compartimos es el ejemplo de la cama que se convierte en urna que han ocupado en Colombia, algo muy fuerte. Pero un féretro de cartón puede ser una respuesta si hay inconvenientes para contar con los habituales de madera”, añade el representanta de Inmemoria.