Un artículo científico publicado recientemente en el Boletín del Museo Nacional de Historia Natural valida un nuevo y gran descubrimiento de investigadores chilenos y argentinos: el primer mamífero mesozoico de Chile y el registro más austral de un mamífero gondwanaterio.
Fue nombrado como magallanodon baikashkenke, denominación que proviene de la región de Chile donde fue encontrado, es decir, Magallanes y la Antártica Chilena; “odontos” deriva del griego “diente” y su nombre específico procede del Aonikenk “bai”, que significa abuelo y “kashkenke”, valle.
La especie se entendería como “valle de los abuelos”, en alusión a lo que hoy se conoce como valle del río de Las Chinas, y apunta a que este sector contiene los ancestros de muchos linajes de plantas y animales, algunos extintos y otros ancestros de organismos que conquistaron distantes rincones del megacontinente Gondwana.
El sitio se encuentra ubicado al norte de Cerro Guido, provincia de Última Esperanza.
Los primeros indicios de este mamífero fueron encontrados en las expediciones paleontológicas de los años 2017, 2018 y 2019, organizadas por el Instituto Antártico Chileno (Inach).
“Este animal está representado por un diente incisivo, dos molariformes posteriores muy gastados y un molariforme anterior muy poco gastado. Esto nos va a permitir interpretar muchas otras especies de gondwanaterios tanto de América del Sur, como de Madagascar y de India que son una incógnita, cuyos restos preservados están bastante gastados”, destacó el autor principal del artículo e investigador de la División de Paleontología de Vertebrados del Museo de la Plata de Argentina, Dr. Francisco Goin.
Cabe destacar que este importante acontecimiento se enmarca dentro del Proyecto Anillo «Registro fósil y evolución de vertebrados», coordinado por el investigador de la Universidad de Chile, Dr. Alexander Vargas, y del Fondecyt “Patrones paleogeográficos vs. el cambio climático en Sudamérica y la península Antártica durante el Cretácico tardío: ¿una posible explicación para el origen de la biota austral?”, del Dr. Marcelo Leppe, actual director del Inach.
Según Leppe, “este valle ya completa 10 años de estudio. Sabíamos de la tremenda importancia que va a tener en la historia natural que estamos construyendo de la región austral de Sudamérica, pero también de su interrelación con la Antártica y cómo esa interrelación determinó muchos de los rasgos que tiene hoy día el paisaje actual entre Nueva Zelandia, Australia, Antártica y Sudamérica. Estamos intentando reconstruir esa historia. El magallanodón viene a completar una pieza más que muestra que hubo una relación con el continente africano y los subcontinentes de Madagascar e India, muy importantes a la hora de entender que hay una historia previa cuando el megacontinente Gondwana estaba unido”.
¿CÓMO ERA ESTA ESPECIE Y CÓMO VIVIÓ?
La edad del magallanodón se puede estimar en unos 71-74 millones de años y habitó la Patagonia durante el Cretácico tardío junto con dinosaurios, cocodrilos, tortugas y aves. Su hábitat se matizaba con bosques frondosos y ríos abiertos meandriformes que terminaban en la Cuenca de Magallanes, que se desarrolló en esta época. Un ambiente con una diversidad de vegetación y con una temperatura probablemente un poco más elevada que la actual.
No obstante esto, se ubicaba más al sur, en una latitud más alta. “Actualmente, el valle del río de Las Chinas está al noreste de las Torres del Paine, pero la paleolatitud que tenía hace 74 millones de años era aproximadamente a la altura de Puerto Williams, casi unos 500 kilómetros al sur. Sin embargo, la flora indica que no era un ambiente frío y albergaba una diversidad de plantas”, describe Sergio Soto-Acuña, uno de los autores del artículo “Primer mamífero Mesozoico de Chile: El registro más austral de un gondwanaterio del Cretácico tardío”.
Los gondwanterios fueron un grupo de mamíferos primitivos que no están emparentados con los placentarios ni con los marsupiales. “Este es el primer mamífero de la era de los dinosaurios de Chile, del tamaño de un coipo. No es un roedor, no tiene nada que ver con uno en realidad, pero evolucionó de manera independiente los incisivos y dientes masticadores tipo roedor. Está en una posición evolutiva intermedia entre los mamíferos que ponen huevos, como el ornitorrinco o el equidna, y los mamíferos marsupiales. Podría haber tenido una de esas dos formas, pero no tenemos evidencia fósil directa”, señala el Dr. Alexander Vargas, investigador de la Universidad de Chile.
IMPORTANCIA Y PROYECCIONES DE ESTE HALLAZGO
La morfología de los molares y los movimientos masticatorios infieren que este tipo de gondwanaterianos tenía hábitos alimenticios herbívoros que incluían dentro de su alimentación diversas plantas. “No sabemos muchos detalles de su dieta, pero haremos análisis en ese sentido”, menciona Sergio Soto-Acuña.
Los hallazgos de este tipo de mamíferos de la era de los dinosaurios son muy escasos y más en esta zona austral cercana a la Antártica. “Todo lo que se está descubriendo ahí es nuevo. Es una zona poco explorada, pero se están encontrando muchas cosas interesantes y más aún sobre la región que está más al sur de lo que es ahora Magallanes, una región que en el Cretácico era una región del polo sur, mucho más cerca que ahora a la Antártica. Los registros en general sobre esta zona son escasos, mucho más los registros sobre mamíferos mesozoicos”, explica Vargas.
Los investigadores están confiados en que este valle seguirá entregando sus secretos en los próximos años y auguran una productividad científica de no menos de 20 años. Actualmente, son más de 60 grupos de organismos que están en estudio, “lo que demuestra que es uno de los sitios más importantes de América para conocer el final de la era de los dinosaurios”, afirma Leppe.