Mucho se ha hablado de la desaparición de Madeleine McCann. Teorías conspirativas, millones de hipótesis y hasta ayer nada concreto, cuando se anunció el primer sospechoso concreto en el caso, un alemán de 43 años que actualmente permanece en la cárcel cumpliendo condena por otro caso y con historial de abuso sexual a menores.
La información, que ayer copó todas las portadas de los medios digitales fue recibida con satisfacción por los padres de la pequeña, quienes a través de su portavoz valoraron el trabajo conjunto de las policías alemana, británica y portuguesa para mantener viva la investigación.
Clarence Mitchell, vocero de Kate y Gerry, aseguró a la BBC: «Están agradecidos y acogen con agrado este llamamiento. No han perdido la esperanza de encontrar a Madeleine con vida, a pesar del tiempo… nunca han perdido esa esperanza».
La razón de la satisfacción de los McCann responde a que después de años de especulaciones, por fin hay pistas concretas. «De todas las miles de pistas y potenciales sospechosos que han sido mencionados en el pasado o discutidos en los medios de comunicación, nunca ha habido algo tan claro como eso, no sólo de una, sino ahora de tres fuerzas policiales (…) Es la pista más significativa».