Los escolares se encuentran hoy en medio de unas “vacaciones de invierno” adelantadas. Fue la medida aplicada por el Ministerio de Educación para resguardar la salud de los alumnos, buscando afectar en la menor medida posible el año académico ante la pandemia.
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¿Podría aplicarse algo similar respecto a las vacaciones de verano? Aunque faltan varios meses para enero y febrero, la alternativa estaría sobre la mesa. Desde el Ministerio de Educación señalaron a Publimetro que esta opción “es parte de los temas que se están viendo en la mesa técnica”.
Coordinación necesaria
“Si existiese esta posibilidad de adelantar o correr las vacaciones, el sistema escolar en general deberá establecer sus propios procedimientos”, opina Julia Cerda, académica de la Utem. Destaca que una decisión así debe ser informada con tiempo, pues “implica nuevas decisiones en las familias, madres y cuidadores de los niños”.
¿En qué medida podría ser esta alternativa una realidad? Desde el Colegio de Profesores, su presidente Mario Aguilar dice que es una discusión prematura, pero explica que “legalmente las clases eventualmente por causas de fuerza mayor se pueden extender hasta el 15 de enero, eso permite la ley”.
15/01 En casos de fuerza mayor, la ley permite extender el año escolar hasta el 15 de enero. Pasarse de esa fecha implica otro nivel de decisiones.
“Es algo que ha ocurrido en otros momentos, pero insisto en que a nosotros nos parece prematuro, porque no sabemos cómo va a ser el desarrollo de esto en las proximas semanas”, agrega. Para Aguilar, “lo inmediato es definir los criterios sanitarios para vincularlos con los criterios educacionales. En estos momentos nos parece inviable el retorno a las clases presenciales”.
Aún hay tiempo
Alejandro Pérez, doctor en educación y director de docencia de la Usek, indica que “efectivamente las escuelas pueden mantener a los profesores hasta el 15 de enero” y que ve dicha alternativa como algo “más plausible” que el usar todo el período de vacaciones. “Cambiar completamente el calendario considerando ocupar los meses de enero y febrero, puede producir trastornos. Mayores problemas de concentración, por ejemplo”.
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El académico enfatiza en que “la seguridad y la salud de los estudiantes debe estar por sobre todo. Extender el período sólo hasta el 15 de enero es una medida que podría ir en una línea adecuada”. Por ahora los especialistas recomiendan ir avanzando las materias con los niños en casa, en la medida de lo posible.
“Ojalá con herramientas entretenidas, motivadoras y que por sobre todo, no los estresen”, añade Pérez. Cabe recordar que desde el Ministerio ya se aseguró que cuando los escolares regresen a clases presenciales se harán nivelaciones caso a caso.
Ven bajo impacto si son sólo dos semanas en enero
Vacaciones sin poder salir, encerrados en casa. Esa es la realidad de cientos de niños chilenos que hoy viven en comunas que están en cuarentena por la pandemia.
Ahora fueron las vacaciones de invierno, pero internacionalmente se están sacrificando también las de verano. ¿Qué consecuencias puede traer esto para los niños y adolescentes? Claudia Taiva, directora nacional del Área de Educación del IP-CFT Santo Tomás, dice que “el descanso en vacaciones debe ser distinto. Esas instancias son importantes para los niños. Suelen ser espacios de exploración, de paseos, de experiencias que alimentan su creatividad”.
Margen prudente
“No les podemos llamar vacaciones. Pero tampoco podemos cerrarnos a ocupar ese tiempo para hacer clases”, añade. En este sentido, la académica cree prudente hacer uso del margen que la ley permite: extender las clases hasta el 15 de enero.
En la misma línea, el sicólogo de la Universidad Católica, Carlos Zúñiga, opina que “con una extensión que considere sólo dos semanas de enero, el impacto no debiese ser tan grande”. “Eso sí, cuidando la salud mental de los niños. Tras toda esta situación, recomendaría que los contenidos se entreguen de manera lúdica, especialmente para los más pequeños”, cierra Zúñiga.
Clases en casa no deben ser un “martirio”
Realizar las clases en casa no necesariamente debe ser estresante. “Se puede aprovechar ese tiempo para entregarles a los pequeños otras habilidades”, dice Claudia Taiva, directora del Área de Educación del IP-CFT Santo Tomás. “Como por ejemplo, habilidades digitales, de cocina u otros”, añade. “Sobre todo, herramientas que los padres crean que les servirán en su vida cotidiana”, precisa Taiva.
Respecto al mundo digital, Sebastian Lewis, enterprise sales manager de Sola, destaca el uso de computadores y tablets digitales en el aprendizaje de los niños. “¿Sabías que puedes usar una tableta digitalizadora, como las Wacom, para ir completando el contenido de los libros escolares sin la necesidad de imprimir? Es sustentable, no gastas tinta, ni papel”, dice el experto en tecnología.
“Ésta es la oportunidad para que las personas aprendan a utilizar la tecnología de su casa, con los niños, y no la vean como simple entretención, finalizó.
