Sorpresa causó el anuncio efectuado a través de redes sociales este lunes 16 de marzo por el alcalde de Recoleta, Daniel Jadue, en el sentido de que su municipio inició los trámites formales para la importación desde Cuba de Interferón 2b, un medicamento terapéutico con acción antiviral que, de acuerdo a la autoridad comunal, ha sido suministrado “con buen resultado” a pacientes graves por coronavirus, tanto en China como en España.
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Daniel Jadue indicó que «en el mundo se usa normalmente el Interferon 2b para los virus que no tienen tratamiento», y que en este caso, el mencionado producto se ha usado «en mayores de 60 años con enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión, VIH, cáncer y algunos menores con algunas de estas enfermedades, para poder impedir muertes que son evitables».
En conjunto con @AChifarp iniciamos trámites de importación del Interferon 2b, medicamento cubano usado con éxito en China y España. Esto será para personas contagiadas de alto riesgo. Nos ponemos a disposición de los municipios que lo requieran! #chilesomostodos pic.twitter.com/CxGjvRq3MV
— Daniel Jadue (@danieljadue) March 16, 2020
El edil de Recoleta añadió en TVN que el producto también sería traído por las comunas de Macul y Cerro Navia, gracias a una gestión llevada a cabo por la Asociación Chilena de Farmacias Populares (Achifarp), entidad que, agregó el alcalde comunista, “tiene un convenio con el sistema médico cubano y con el sistema farmacéutico cubano, por lo que somos los representantes en Chile de todos estos medicamentos».
Pero más tarde, y desde el Ministerio de Salud, salieron a negar la validez de lo propuesto por Daniel Jadue para abordar la pandemia del Covid-19 en nuestro país.
“No hay ningún medicamento que haya demostrado que es un tratamiento para el coronavirus. No tenemos vacuna, no tenemos ningún tratamiento. Este (remedio) no ha sido reconocido por ninguna institución nacional o internacional, por lo tanto hoy día no hay ningún medicamento que pueda demostrarse que tiene un tratamiento y una respuesta efectiva frente a este virus”, señaló la Subsecretaria de Salud Pública, Paula Daza a CNN Chile.
La doctora agregó que “la información que tenemos indica que ese medicamento no contribuye a mejorar a las personas con coronavirus. Toda la evidencia indica que la enfermedad es benigna en un buen grupo de personas, que es autolimitada, pero sí hay un porcentaje de pacientes que hace una enfermedad grave que puede terminar en una neumonía o en la hospitalización. En ellos lo que sí se sabe es que el mejor tratamiento es la hospitalización en una unidad intermedia o en una unidad de cuidados intensivos, pero insisto en que por ahora no hay un medicamento que ataque al coronavirus”.
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#MRCNN | "No hay ningún medicamento que haya demostrado que es un tratamiento para el COVID-19", dice la subsecretaria de Salud Pública, Paula Daza, ante anuncio del alcalde Daniel Jadue de importar un fármaco desde Cuba https://t.co/pUMwhIAmil pic.twitter.com/iOuwd4CGeS
— CNN Chile (@CNNChile) March 16, 2020
Desde el Colegio Médico también cuestionaron el anuncio del alcalde Daniel Jadue, en voz de su secretario general, José Miguel Bernucci.
“(El Interferón 2b) es un medicamento que se utiliza para ciertas infecciones virales o ciertos cuadros tumorales, como el tratamiento de la hepatitis C, y que al parecer en algunas pruebas, controles aislados y como último recurso se ha utilizado en pacientes graves infectados por coronavirus. La decisión (del alcalde Daniel Jadue) no se comprende mucho. Además, no es el tratamiento habitual que se utiliza en cualquier tipo de pacientes. Se ha utilizado, pero como recurso de segunda o tercera línea en pacientes más graves… Si el alcalde tiene otra información, sería súper útil que la pudiera compartir, pues uno espera es que las autoridades busquen medidas que sean costo-efectivas y comprobadas para el beneficio de la ciudadanía. En medicina hay una máxima que dice ‘primero no dañar’. Uno busca cosas que sean efectivas, pero que a la vez no causen daños… Esperanzar a la población sin medidas comprobadas no es la solución correcta, y el hecho de gastar dinero y energía en un fármaco que no está comprobado que sirva desvía la atención, los fondos y los recursos de medidas que sí son costo-efectivas”, precisó el médico a Emol.