La lectura tiene un sinfín de beneficios, sobre todo si es un hábito que se cultiva desde edades tempranas.
Leer potencia la imaginación, las habilidades de orden superior tales como el lenguaje y el pensamiento, aporta conocimientos conceptuales al niño, proporcionándole información y comprensión acerca del mundo que lo rodea, despertando nuevas ideas y conceptos culturales, permitiendo que se desarrolle su curiosidad y su capacidad crítica, así como sus propios intereses e identidad.
El verano es una fecha ideal para fomentar la lectura en casa como una actividad placentera, pero es una tarea que se ha puesto cada día más difícil en el contexto digital en el que hoy se desarrollan los niños. Para ayudar en esta tarea a los padres, la psicopedagoga del Colegio Pumahue de Curauma, de la red internacional de educación Cognita, Carolina Alcorce, entrega las siguientes recomendaciones:
1.- Deje que el niño elija
Imponer qué libro debe leer el niño es un mal camino para fomentar la lectura. Debe ser él quien elija lo que quiere leer. Proponga a sus hijos libros que alimenten su curiosidad, pero en ningún momento se les puede prohibir u obligar a leer un libro u otro. Sí supervisar que el libro seleccionado por el niño tenga un lenguaje y contenido apropiado para la edad.
2.- Presentar el libro de manera creativa
Iniciar la actividad de lectura de la forma más atractiva posible. Pídale a los niños su opinión sobre la portada y pregúntele qué le sugiere el título y si se imaginan de qué se trata el contenido. Es un momento crucial para captar la atención de los niños.
3.- La lectura en un contexto de juego
Los libros han estado casi siempre vinculados al ámbito académico. Enseñar la cara amable y lúdica de los libros es la mejor manera de favorecer su inquietud por la misma. Leer debe ser un acto placentero, y lo será en la medida que lo disfruten, por lo tanto, son válidas las lecturas de cómics, revistas, guías, manuales de juegos, periódicos, etc. Los niños pueden leer y luego disfrazarse, dibujar, hacer títeres de personajes o escenas en plasticina.
4.- Dar el ejemplo como modelo lector
El mejor incentivo para lograr conductas positivas en los niños es el ejemplo que entregan los padres. Crear instancias de lectura en familia u organizar panoramas como salir juntos a la librería o hacer excursiones al campo para leer son experiencias únicas que el niño las incorporará como parte esencial de su desarrollo. Si no se dispone de mucho tiempo, pequeños gestos como aprovechar los domingos para leer todos juntos en el sofá nos ayudarán a fomentar la lectura en casa. Padres lectores generan hijos lectores.
5.- Leer en espacios creativos
Resulta aconsejable dejar de lado el escritorio y buscar lugares que alimenten la imaginación. Las bibliotecas son un espacio idóneo para leer, y estudiar, pero también los parques y otros espacios abiertos, como la playa o el campo.
6.- Si vas a viajar, aprovéchalo
Involucra a los niños en los preparativos del viaje, y usa la lectura de guías de ciudades para saber si hay zoológicos, parques de entretenciones y otras actividades de su interés. Buscar libros ambientados en la cultura, por ejemplo, de seguro despertará el interés de los niños por la lectura.
7.- Abrir las puertas a la lectura digital
No hay que tenerle miedo al mundo digital, pues es el entorno natural donde se desarrollan nuestros hijos. Los libros interactivos también son una excelente manera de fomentar la imaginación y la creatividad en los niños. Hay que saber adaptarse a las nuevas tecnologías, y considerar que el papel y las tablets son capaces de convivir perfectamente.
8.- Lectura y redes sociales
Las redes sociales pueden ser una herramienta útil para avivar el gusto por la lectura entre los adolescentes. Una alternativa son los clubes virtuales de lectura, verdaderas comunidades dedicadas exclusivamente a compartir en torno a libros. En ellos, los usuarios pueden buscar reseñas de obras para leer, pero también aportar con sus comentarios.
