Los abogados de la defensa de tres hermanas rusas que mataron a su padre tras años de abusos sexuales y violencia anunciaron el viernes que la fiscalía ha pedido que se retiren los cargos por homicidio, pues actuaron en defensa propia.
Krestina, Angelina y Maria Khachaturyan apuñalaron y golpearon con un martillo hasta la muerte a su padre Mijail cuando dormía en su vivienda en Moscú, tras años de abusos sexuales y violencia física y psicológica y la prohibición de asistir al colegio.
Tenían 19, 18 y 17 años en la época.
El caso, que tuvo una gran repercusión, suscitó una ola de apoyos a las chicas cuando empezaron a emerger los detalles escabrosos.
En diciembre, los investigadores recomendaron que las dos hermanas mayores, Krestina y Angelina, fueran juzgadas por homicidio en grupo premeditado que podían acarrear penas de cárcel de hasta 20 años.
Para la más joven, menor en el momento de los hechos y considerada «irresponsable», recomendaron su internamiento en una institución psiquiátrica.
Pero la fiscalía, encargada de confirmar las acusaciones, no siguió estas recomendaciones, según un abogado de la defensa, Alexei Parchin.
«La fiscalía general ordenó a los investigadores que recalifiquen las acusaciones contra las hermanas Jachaturyan», dijo el abogado a la AFP.
Según el abogado, la oficina de la fiscalía estima que los investigadores, en sus conclusiones, no tuvieron en cuenta los abusos «sistemáticos» del padre.
Esta decisión de la fiscalía significa que los hechos van a ser recalificados a «legítima defensa», lo que significaría el abandono de los cargos contra las tres hermanas, según el abogado.
La fiscalía, contactada por la AFP, no hizo comentarios.
El caso Jachaturyan se convirtió en Rusia en un símbolo de la lacra de la violencias domésticas y de la indiferencia de las autoridades.
Abogados y activistas arguyeron que las jóvenes se vieron obligadas a matar al padre para salvar sus propias vidas, señalaron que la legislación rusa carece de legislación específica para proteger a las víctimas de la violencia doméstica, y acusaron tanto a legisladores como a la policía de cerrar los ojos a este flagelo extendido.
En 2017 Rusia descriminalizó los tipos de violencia doméstica excepto los más graves. La policía no suele intervenir ni siquiera en los casos de mayor violencia.