En septiembre pasado, se anunciaba la medida. «·s muy importante poner fin a las discriminaciones contra las mujeres”, decía entonces la ministra de la Mujer, Isabel Plá. En conjunto con su par de Salud, Jaime Mañalich, anunciaban una circular de la Superintendencia de Salud que ponía fin a los planes de isapres con cobertura obstétrica reducida, conocidos coloquialmente como “sin útero».
“Esta circular termina con la discriminación entre mujeres de edad fértil y las otras que no”, señalaba Mañalich en esa ocasión. La norma partió el 1 de diciembre y lejos de mejorar las condiciones de las afiliadas, se generó otro efecto contradictorio.
Tal como publicaba ayer La Tercera, según un análisis de la plataforma QuePlan.cl, a un mes de la entrada en vigencia de la circular, se registró un alza promedio de 3,4% en el valor de los planes para mujeres entre 25 y 45 años. ¿Qué pasó?
“Lo que hizo fue restribuir el riesgo entre las mujeres”, explica Ryan Kerr Caffarena, cofundador QuePlan.cl. En conversación con Publimetro, señala que “lo que queríamos hacer era transparentar un primer efecto y como estaba reaccionando el mercado a los cambios”, lo que se hizo comparando los valores de las coberturas de noviembre y de enero, es decir, antes y después de la circular.
En todo caso, el ejecutivo indica que sí hubo una mejora precisamente para las mujeres que buscan esta cobertura, ya que la oferta de planes creció 206% y el valor de dichas alternativas disminuyó 4,5%.
“Solo se eliminaron los planes con útero que eran los más baratos. No es que hayan subido los precios, sino que desaparecieron los planes más baratos”, explica Sebastián Pavlovic, ex superintendente de Salud.
Problema de estructura
Sin embargo, la ex autoridad recalca que el problema que tienen estos cambios pequeños es que “no pueden hacerse cargo de todos esos desequilibrios”. Si bien indica que se requiere de un análisis en profundidad respecto al efecto colateral de esta circular, expresa que “está dentro de lo esperable”, porque este cambio puntual solo se hacía cargo de las mujeres en edad fértil, pero no “cómo solidarizar el riesgo del embarazo que es consistente con todo el diseño del sistema privado de salud”.
Coincide Jean Gajardo, director del Centro de Salud Pública de la U.Central, quien expresa que esto se produce “dado que la estructura no ha cambiado en absoluto, (las isapres) tienen esta libertad precios según el mercado”.
El superintendente de Salud, Patricio Fernández, defendió la circular diciendo que es apresurado hacer un análisis con un mes de vigencia. Además destacó que se sumarán a ella otros cambios como otra circular anunciada para el 1 abril que busca terminar con la tabla de factores de riesgo acabando así con la discriminación entre mujeres y hombres, junto con la aplicación del IPC de la salud.
Sin embargo, esa nueva norma que busca equiparar los cobros, generará un aumento del valor para ellos. De hecho, desde QuePlan.cl señalan que la recomendación para los hombres es elegir un plan antes de la mencionada fecha, porque es probable que los planes suban de precio.
Así, Gajardo insiste en que “esto demuestra que no podemos seguir solucionado con parches o respuestas inmediatas”, cambios de más largo plazo. Señala que en el caso de esta circular “nuevamente se traspasa a las personas el gasto, la empresa no asume ningún gasto extra, sino que la reparte entre los cotizantes”.
IPC de la Salud
A principios de la década pasada se presentó una forma de medición para fijar parámetros al reajuste de los planes de las isapres. El IPC de la salud se anunciaba como la solución, pero rápidamente fue objeto de críticas de especialistas, quienes señalaban que no consideraban el funcionamiento y la estructura de costos de las entidades. A su vez, en 2013 la Corte Suprema lo invalidó como mecanismo al aceptar recursos de protección de tres afiliados que buscaban impedir el incremento de sus planes.
En esa oportunidad, el máximo tribunal expresó que “la facultad revisora de la isapre debe entenderse condicionada en su esencia a un cambio efectivo y plenamente comprobable del valor económico de las prestaciones médicas, en razón de una alteración sustancial de sus costos y no por un simple aumento debido a fenómenos inflacionarios”.
Sin embargo, el indicador regresa y con el mismo ministro de Salud a cargo. ¿Será una solución ahora? “Todo depende de cómo esté construido”, dice Pavlovic. Advierte que si “busca reconocer aumentos del sistema sin atender costos de eficiencia, se transforma en un indicador inflacionario contradictorio con lo que nos gustaría”.
Así, la ex autoridad recalca que “si busca generar incentivos para que isapres bajen sus costos, podríamos ver un efecto positivo”, pero apunta que puede incentivar las ineficiencias de estas entidades. “Tiene el riesgo de premiar la presión de aumento de costos” de las aseguradoras, dice, lo que traería como resultado un IPC más alto, que redunde en mayores alzas de los planes.