El 17 de octubre de este año, el gobierno de Japón anunció que el ausentismo escolar, tanto en la primera como secundaria había batido récords. En 2018 hubo 164.528 niños que se ausentaron por más de 30 días, una cifra superior a los los 144.031 casos registrados en 2017.
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Este fenómeno en el país recibe el nombre de Futoko, que de acuerdo a un reportaje de BBC, ha sido traducido de varias formas: absentismo, fobia o negación a ir a la escuela. Además, el ministerio de Educación precisa que esto responde a una ausencia por más de 30 días por razones no relacionadas con las finanzas familiares ni la salud.
A raíz de esta situación es que nacieron escuelas alternativas, que operan sobre los principios de libertad e individualismo. Si bien son una opción diferente a la educación obligatoria y a la educación en el hogar, no ofrecen una cualificación reconocida. El número de estudiantes de estas escuelas alternativas se ha disparado con el paso de los años, pasando de 7.424 en 1992 a 20.346 en 2017.
¿Y por qué los niños no quieren ir a las escuelas corrientes?
De acuerdo al artículo, las circunstancias familiares, problemas personales con compañeros y el bullying se encuentran entre las principales causas, según una encuesta realizada por el Ministerio de Educación.
En general, los que abandonaron la escuela aseguraron que no se entendían bien con otros estudiantes, con los propios profesores; pero no sólo eso, sino que también a algunos se les hace complicado obedecer el rígido conjunto de reglas que existen en las escuelas japonesas, como no tener libertad de teñirse el pelo o de usar los pinches de gusto propio.