Continúan las movilizaciones en Francia luego de que el Presidente Macron diera a conocer la nueva reforma de pensiones que quiere para el país. En este segundo día de descontento, se ha producido un caos total, tras que los trabajadores del sistema transporte de todo el país decidieron paralizarse.
La mayor parte de los trenes de Francia se encuentran parados, incluyendo los de Paris, por lo que el país se encuentra con sus carreteras saturadas.
“Llegué a París hoy, pero llevo dos horas intentando encontrar un autobús o un tren”, dijo Zaeen Shoii, de Pakistán, en la estación Gare de l’Est. «Pero todo está demorado así que ahora estoy esperando al próximo bus”, señaló.
«Lo entiendo, la huelga es un derecho constitucional, pero debería haber al menos servicios mínimos (en el metro)”, lamentó Mira Ghaleni, quien trataba de llevar a su hijo a una escuela en el este de la ciudad. «Esto es realmente un desastre para la gente, y los políticos deberían hacer algo porque ya hemos tenido suficiente. Un día está bien, pero creo que durará más”.
Por el momento, se ha confirmado que algunos lugares turísticos, producto de las manifestaciones se encontrarán cerrados. Hasta el momento, el Palacio de Versalles no abrirá sus puertas el día de hoy, mientras que el Museo de Louvre estará a disposición de los visitantes, pero con posibles demoras de atención y algunas de sus galerías cerradas. En el caso de la Torre Eiffel, esta volverá a recibir turistas.
La lucha de los sindicatos
Si bien, la reforma de pensiones que está impulsando el Presidente Macron busca simplificar el complejo sistema de beneficios que tienen en el país, los trabajadores de la zona dicen que los harán trabajar más tiempo y recibir jubilaciones más bajas. Por esto, desde los sindicatos anunciaron nuevas manifestaciones para el día martes, las cuales esperan sean tan masivas como las del día de ayer, donde al menos 800 mil personas se manifestaron dentro de una huelga que terminó con el cierre de establecimientos e incluso, la alteración del funcionamiento de los hospitales.
A pesar de que la manifestación del día de ayer fue la muestra de descontento más grande de la década en el país, Macron quiere seguir adelante con una de sus medidas claves, dejar que los franceses se jubilen a los 62 años, pero incentivarlos a que trabajen más años, todo para transformar la economía del país. Por el momento, aún se encuentra en negociaciones con los sindicatos, pero no se harán públicos los detalles del plan hasta la próxima semana.