El Parlamento Europeo frustró el miércoles una versión disminuida de una ley para proteger a las abejas de los pesticidas, argumentando que es demasiado débil.
El parlamento aprobó una resolución que pide a la Comisión Europea, el brazo ejecutivo de la UE, «presentar un nuevo proyecto de ley basado en los datos y conocimientos científicos más actualizados”.
Denunció además que la Comisión había diluido una versión inicial de la propuesta, debido a la oposición de 16 estados miembros que no querían regulaciones sobre cómo los pesticidas debían ser sometidos a pruebas a fin de proteger a las abejas de una exposición crónica.
La versión de la Comisión, añadió, tenía sólo cláusulas sobre cómo proteger a las abejas de una exposición aguda.
La resolución — adoptada por 533 votos a favor, 67 en contra y 100 abstenciones — asevera que la versión de la Comisión «no alteraría el nivel de protección” ya vigente y le pidió a esa instancia redactar una nueva propuesta.
En años recientes se ha registrado una disminución drástica en la población de abejas, lo que podría afectar las cosechas debido al rol protagónico que tienen estos insectos en el sistema ecológico.
Según cifras publicadas por el Parlamento Europeo, aproximadamente el 84% de los tipos de cosechas y el 78% de las flores en la Unión Europea dependen en cierta medida de la polinización animal, y casi 15.000 millones de euros (16.500 millones de dólares) de la producción agrícola del continente «es atribuida directamente a la polinización de insectos».
El año pasado, la UE prohibió tres clases de pesticidas en toda cosecha cultivada al aire libre debido a datos científicos que demostraban su toxicidad.
Greenpeace elogió la resolución en contra de la propuesta de la Comisión.
«El nuevo Parlamento ha demostrado seriedad en las gestiones para proteger a los polinizadores de Europa”, expresó la directora de políticas alimentarias de Greenpeace, Franziska Achterberg.
Añadió que la próxima presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y su equipo podrán «pasar su primera prueba verde» y «proteger a las abejas de los pesticidas peligrosos».