La estabilidad política y social de Chile era reconocida por la comunidad internacional, y la figura de Sebastián Piñera se había posicionado como la de un político respetado y exitoso, sobre todo después de su destacada participación en la Asamblea General de las Naciones Unidas, en donde destacó por liderar la lucha contra el cambio climático.
Las violentas protestas y la reacción de La Moneda cambiaron la imagen del presidente de Chile, o por lo menos eso es lo que opinan algunos analistas internacionales.
Robert Funk considera que «claramente se ve afectada (la figura de Piñera). La noticia ha llegado a todo el mundo, y como Chile tiene fama de ser estable, claramente el impacto es mayor. Ha quedado en evidencia que Piñera ha tenido mal manejo político. Todo esto, en un momento en que claramente el presidente estaba tratando de posicionarse como un líder internacional, o por lo menos regional».
Máximo Quitral opina igual. «Sin duda alguna la imagen presidencial hoy está totalmente dañada, la imagen internacional que queda es la de un gobierno que no está dando respuesta a las demandas de fondo y que no ha tenido un manejo político que trate solucionar por la vía del diálogo los temas de fondo que aquejan a Chile hace mucho rato».
En tanto Cristóbal Bellolio manifestó que «la imagen internacional de Piñera queda dañada, todavía no de forma irreversible, pero dañada, principalmente porque él había hecho unas gárgaras, por así decirlo, con que Chile era un oasis en el contexto latinoamericano de estabilidad política, económica y social, y no es bueno escupir al cielo… Yo creo que el mundo está viendo como un gobierno de derecha, donde hay partidarios históricos de la dictadura, se comporta reprimiendo a las manifestaciones y a la movilización social… si tú le entregas el control a los militares dependes de su criterio, si mañana hay enfrentamientos con muertos de parte de las FFAA la imagen de Piñera por supuesto que se verá dañada».
Anfitriones
En cuanto a la factibilidad de realizar la próxima reunión de la APEC, que será el 16 y 17 de noviembre, y después el COP 25 (primera quincena de diciembre), Funk dijo que «veo difícil que se realicen en las condiciones actuales. Si está costando garantizar la seguridad del metro y de los supermercados, no veo cómo podrían asegurar la seguridad de las visitas a APEC. Pero, falta mucho aún, han pasado sólo unos días. Si no logran controlar la situación de aquí a un mes más, el gobierno claramente tendrá problemas más grandes que APEC».
Sobre lo mismo, Quitral opinó que «si no hay una estabilidad democrática, como Chile mostró en un momento determinado, no están las condiciones sociales ni políticas para que se desarrollen las dos cumbres, las posibilidades de que se suspendan, junto a otras actividades, es muy posible».
Bellolio también cree que los eventos están en riesgo «dependiendo de cuánto tiempo se demore Chile en volver a la normalidad, como los servicios básicos en la comunidad, el fin del toque de queda, que vuelvan las clases, que se acabe el desabastecimiento y el estado de incertidumbre, que demos vuelta la página. Sólo en ese escenario se podrían realizar».
En tanto la vocera de Gobierno, Cecilia Pérez, dijo que el Ejecutivo no ha pensado en modificar ni suspender ambas actividades.