Ayer fue el primer día en que la economía se vio enfrentada a este estallido social que ya se extiende por todo Chile.
Por un lado, el Ipsa, principal índice bursátil del país, cayó 5% -dato que no se registraba desde 2017 tras la primera vuelta presidencial, en la que el Presidente Piñera lograba una votación más baja de la esperada-, arrastrado por las acciones de las empresas del retail, servicios básicos y bancos, que superaban 7% de retroceso. Mientras el dólar se disparó $15 y cerró en torno a $727.
“Esto es similar al terremoto del 2010, pero a medida que avancen los días, el daño será mayor”, advierte Sergio Tricio, gerente general de Ruvix.
El también docente de UNegocios de la U. de Chile, apunta a que la diferencia entre ese megasismo y la situación actual es que, mientras en el primer caso “Chile se resintió, pero la reconstrucción terminó siendo un aspecto positivo para el crecimiento”, lo de ahora “podría tener efectos negativos en la inversión y el empleo, pero aún es muy pronto para cuantificarlo”.
Respecto del dólar, afirma que es probable que «la evolución alcista se mantenga en el corto plazo y una primera barrera que debería ser superada para pensar en alzas más relevantes sería la ruptura de los máximos en torno a $730 a $735”, aunque “podríamos ver un impulso mucho más violento hasta los $750 a $780”, asegura.
Otro punto a tener en cuenta son los fondos previsionales, que están expuestos a estos vaivenes del mercado. En este aspecto, Tricio explica que “los fondos más riesgosos (A y B) podrían tener algún impacto por la magnitud de las inversiones en acciones chilenas”. En tanto, José Raúl Godoy analista de mercados de XTB Latam, advierte que “la sugerencia es protegerse debido a la incertidumbre”, añadiendo que “sin querer sembrar pánico, la recomendación es resguardarse en los fondos D y E”.
En otro aspecto, el comercio ha estado operando de manera restringida. Ante ello, Godoy recalca que “el consumo es el principal motor de crecimiento de la economía chilena”, por lo que con el actual caos, dice, este sector es el primero que se resiente, lo que “repercute inmediatamente tanto en el crecimiento económico como en el empleo”.
¿Y las respuestas?
Los expertos advierten que mientras la crisis social no se calmará mientras no se presenten un paquete completo de medidas. Por un lado, Godoy prende las alertas debido a que Chile ha elevado su deuda pública, “por lo que el espacio para responder a exigencias es bajo”. Dice que es probable que sea necesario «aumentar los caudales públicos en base a impuestos”.
En tanto, Jorge Gajardo Millas, economista y académico Escuela de Economía y Negocios de la U. Central, coincide con la reflexión de muchos al afirmar que “estamos asistiendo a un desfondamiento de la legitimidad social del modelo neoliberal impuesto en dictadura”. En esa línea, recalca que “un nuevo contrato social es un imperativo”.
