La explosión social por los episodios de evasión masiva en el Metro generaron dos bandos: quienes la apoyan como una herramienta legítima de protesta social o quienes lo consideran un delito.
Lo cierto es que toda La Moneda se cuadró con el último bando. «Estamos estudiando la posibilidad de aplicar la Ley de Seguridad del Estado. En algunos casos la vamos a aplicar. Para eso está la ley. Nadie tiene derecho a afectar la vida de los demás», señaló el Presidente Sebastián Piñera, sobre la posibilidad de extremar recursos para evitar las evasiones.
«Una cosa es manifestarse y otra cosa es el vandalismo que hemos observado», aseveró Piñera.
Con esos dichos, no son pocos quienes sacaron a relucir un episodio relativamente reciente del mandatario, y que, dicen, no le daría autoridad moral para criticar el descontento de las personas: la evasión de contribuciones por 30 años en sus propiedades en su casa en el Lago Caburgua.
El diputado regionalista, Jaime Mulet, señaló que «la molestia ciudadana tiene una causa, y es muy clara: las iniquidades e injusticias, los sueldos bajos, una pensión básica solidaria de $110.000. En definitiva, las miserias que está sufriendo parte importante de quienes viven en Santiago y en todo el país”, señaló.
En esa línea, Mulet dijo que «no tenemos hoy un gobierno que tenga la autoridad moral (…) El propio Presidente ha tenido durante su vida varios episodios de incumplimientos, evasiones, elusiones e infracciones a la ley, como el caso Chispas, el caso LAN, el no pago de contribuciones, entre otros», aseveró.
Por su parte, la diputada y presidenta de RD, Catalina Pérez, señaló a Publimetro que «sorprende es que (el Gobierno) no ponga soluciones sobre la mesa, además de decir que recurrirá a la ley de Seguridad del Estado».
«Lo impresionante de esta situación es que no se empatice con la gente, porque el gobierno no tiene moral para apuntar con el dedo, un presidente que ha evadido contribuciones durante su vida. Nuestro llamado es que deje su orgullo, proponga una mesa de trabajo y encuentren una manera de conseguir la disminución en las tarifas del transporte público, tanto en Santiago como en regiones», afirmó la diputada Pérez.
«Esto no va a parar hasta que se baje el pasaje»
La Coordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios (Cones) es bastante crítica del papel del gobierno en esta explosión ciudadana. «Que nos vengan a decir que nosotros somos los criminales cuando el presidente lleva 30 años evadiendo contribuciones a nosotros nos parece el colmo», dice Valentina Miranda, vocera de la Cones.
«Decir que el alza del pasaje adulto no influye a los estudiantes es una estupidez, está fuera de contexto, porque nosotros tenemos familias detrás», sostiene Miranda, enfatizando que «es mucho más violento que nos cobren 800 pesos o que el subsecretario de Salud nos diga que vamos al consultorio a hacer vida social. Lo que está haciendo la gente es exigir sus derechos».
Sobre la posibilidad que se baraja en La Moneda de invocar la Ley de Defensa del Estado, Miranda afirma que «creo que tienen tanto miedo que van a recurrir a todas las instancias para poder controlarlo. Lo veo desde mi punto de vista, venía desde Lo Ovalle con varios estudiantes y había mucha gente trabajadora apoyando. La gente está muy enojada».
¿Cuándo terminará esta situación? Desde la Cones son enfáticos: «Van a recurrir a todas las instancias posibles para detenernos, pero esto no se va a detener hasta que se baje el pasaje».
Lago Caburgua
El episodio que los parlamentarios le enrrostran a Piñera explotó este año, luego de que se conociera que no pagó las contribuciones de su mansión en el Lago Caburgua durante 30 años, dado que nunca tramitó la recepción definitiva. De hecho, el SII realizó un reevalúo de la propiedad, que pasó de $12 millones a más de $400 millones.
El SII calculó la deuda del mandatario en $19.121.646, monto que sólo representa los últimos tres años ¿La razón? por temas de ley, sólo se permite el cobro retroactivo de 3 años, por lo que los demás quedaron exentos de la deuda.
Pero, ¿para cuanto da ese monto? los $19 millones alcanzan para costear nada menos que 83.137 pasajes escolares del Metro, que por estos días cuestan $230.
Viéndolo desde otra perspectiva, y si se llevan esos pasajes a días hábiles de un año escolar (210 días), alcanza para que 395 estudiantes en Santiago evadan un pasaje al día durante todo un año.
«Es complejo esta situación donde se critica tanto cuando la gente evade, pero lo dice un gobierno que quiere aplicar extensiones tributarias para beneficiar a los más ricos de este país y que venga de un presidente que ha eludido impuestos y contribuciones durante su vida. No tienen la moral para condenar la respuesta ante un alza que afecta tanto a las familias más esforzadas», lanza la diputada Pérez.
