La tensión entre EEUU e Irán ha escalado hasta llegar a acciones militares, como el derribo de un avión no tripulado por parte de las fuerzas de Teheran, en represalia por las fuertes sanciones que ha impuesto el gobierno de Donald Trump al país del medio oriente por vulnerar acuerdos nucleares.
La presencia de representantes diplomáticos de Irán en la reunión del G-7, que se realizó en Francia, llamó la atención y motivó a unas particulares declaraciones del presidente de EEUU.
El canciller iraní, Mohammad Javad Zarif, viajó inesperadamente a la ciudad donde se reunieron los siete países más poderosos del mundo, por una invitación personal del ministro de Relaciones Exteriores francés, Jean Yves Le Drian.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha tratado (hasta ahora) sin éxito mediar entre EEUU e Irán, para bajar la tensión entre ambos países, y parece que tuvo éxito.
Trump en una conferencia al terminar la cumbre declaró que estaría dispuesto a un encuentro bilateral con el presidente de Irán, Hassan Rohani, si es que se dan «las circunstancias correctas», pero no se refirió a cuáles serían esas condiciones.
El presidente de EEUU también dijo que pensaba que su par iraní también tendría la disposición de juntarse con él, mientras que Macron manifestó que la reunión se podría dar en las próximas semanas.