La rectoría del Instituto Nacional decidió suspender la jornada de clases de este viernes, tanto en la mañana como en la tarde, debido a los violentos incidentes que se registraron al comenzar hoy la medida de pedir el carné de identidad o el pase escolar para ingresar al recinto.
Los incidentes comenzaron alrededor de las 8 horas cuando en el ingreso de San Diego comenzó a aplicarse la medida de control anunciada el jueves por el alcalde de Santiago, Felipe Alessandri. Un grupo de encapuchados con overoles comenzó atacar con bombas molotov a carabineros.
Además, los encapuchados iniciaron una toma del establecimiento, lo que fue resistido por los apoderados que intentaron desenmascarar al algunos de los manifestantes. Grupos de exaltados los atacaron a golpes, tras lo cual los violentistas escaparon hacia el interior del establecimiento.
Posteriormente, un grupo de encapuchados subió al techo y siguió lanzando molotovs y objetos contundentes a la policía. Junto con eso intentaron quemar un lienzo que pedía «no más encapuchados» y detener la «violencia política» en el Instituto Nacional.
La reacción del Gobierno
El subsecretario de Interior, Rodrigo Ubilla, se refirió a la medida adoptada por el alcalde Felipe Alessandri y a los nuevos hechos de violencias al interior del establecimiento.
«Cualquier instancia que se genere dentro del marco de la ley siempre será apoyada por el Gobierno», defendió Ubilla tras los cuestionamientos al método de control.
«El alcalde ha hecho los mayores esfuerzos para lograr el orden en el Instituto Nacional. Nosotros miramos con pena cómo una institución con la trayectoria del Instituto, de prestigio nacional e internacional ha ido destruida su imagen colectiva por un grupo de personas», señaló el subsecretario a Radio Cooperativa.
Por su parte, Felipe Alessandri argumentó que la medida busca que sólo ingresen alumnos regulares y no los que describió como “alumnos que han sido expulsados, porque la ley de Aula Segura no ha sido efectiva”.