El gobierno del presidente Donald Trump congeló el lunes todos los activos del gobierno venezolano, en un significativo recrudecimiento de las tensiones con el mandatario socialista Nicolás Maduro.
La medida, que además prohíbe a los estadounidenses hacer negocios con el gobierno de Venezuela, entra en vigor inmediatamente.
La orden ejecutiva firmada por Trump fundamenta la decisión en la continua “usurpación” del poder por parte de Maduro y en los abusos a los derechos humanos por sus allegados.
La orden representa la medida más dura de Estados Unidos dirigida a destituir a Maduro desde que el gobierno de Trump reconoció al líder opositor Juan Guaidó como presidente legítimo de Venezuela en enero.
Sanciones anteriores se han centrado en la industria petrolera de Venezuela, la principal fuente de divisas por exportaciones del país.
