Las costumbres son diferentes en todos lados, pero hay algunas que por muy normalizadas que estén, en este lado del mundo se ven súper extrañas.
Es el caso del rey de Tailandia, Maha Vajiralongkorn, de 67 años, quien se casó hace tres meses con Suthida, de 33 años, y ahora, como si no le bastara con una mujer nombró como su «amante oficial» a la enfermera Sineenat Wongvajirapakdi, de 34, que trabajaba en un hospital militar con el grado de general de guardia real, y debe haber cuidado muy bien a la realeza, porque ahora vivirá entre ella.
Pero la costumbre del concubinato ya no es practicada en Tailandia, porque dejó de ser común a principios del siglo XX y se prohibió en 1935. Es más, hace más de cien años que un monarca no tenía una amante oficial.
En tanto la esposa del monarca era azafata de «Thai Airways», y luego trabajó en el cuerpo de guardaespaldas del rey, en donde él la conoció y la eligió.
A la unión entre el rey y la enfermera debió asistir la esposa del monarca, quien lo acompañó a su lado mientras se realizó la ceremonia. Lo más raro es que el matrimonio del rey se realizó de forma privada, mientras que el enlace con la amante fue público e incluso se transmitió por la televisión estatal.
Un dato curioso es que el monarca antes había tenido tres esposas, de las que se divorció, pero ninguna amante oficial. Ojalá duren toda la vida hasta que la muerte los separe.