La industria alimentaria genera un gran impacto en nuestro planeta. Datos del Banco Mundial señalan que el sector agrícola es responsable del 70% del consumo global del agua, una cuarta parte de las emisiones de gases de efecto invernadero, casi un tercio del consumo de energía y un 80% de la deforestación.
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Mientras más aumenta la población, hay que cultivar en más terreno, y por tanto , hay más probabilidades de que la tierra y los recursos naturales se agoten. Estamos alimentándonos a cuenta de las futuras generaciones.
Alimentación consciente
En América Latina, la agricultura es el medio de subsistencia de millones de personas, y con Asia, será la región responsable de más del 75% de la producción agrícola adicional durante la próxima década, según un informe de la FAO y la OCDE. ¿La solución? Alimentarse de manera consciente.
Ante esto la FAO señaló que la dieta que salvará al planeta de esta situación es el «flexitarianismo». Esto significa aumentar el consumo de vegetales y legumbres, disminuir levemente el consumo de arroz y bajar el consumo de carnes al 10% o menos.
Un estudio publicado en la revista Nature señala que si la población mundial fuera en su mayoría «flexitariana» el impacto de la industria de los alimentos al medio ambiente se reduciría en un 50% al 2050.
Salvando al planeta
Ser flexitariano resulta ser una «Dieta Sostenible», según la FAO, ya que cumple con ciertos factores que lo confirman como el hecho de tener bajo impacto ambiental y contribuir a la seguridad alimentaria y nutricional, y a una vida saludable para las generaciones actuales y futuras.
Cecilia Sepúlveda, presidenta del Colegio de Nutricionistas de Chile señaló a Publimetro que «esta dieta se ve equilibrada. Se asemeja mucho a la dieta mediterránea». La especialista señala que para que una «Dieta Sostenible» sea posible debe cumplir con tres pilares: generar menos impacto, ser saludable y ser ética.
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Vaya a la feria
«Nosotros desde hace mucho tiempo le venimos diciendo a las personas que opten por alimentos naturales, no procesados. Para acceder a ellos, si bien se han hecho avances, lo primero sería ir a la feria para encontrar a los pequeños productores», añadió.
Y es que hoy en día poder ser «flexitariano» sería más fácil en Chile. Por ejemplo, Gallina Feliz asegura la venta de huevos producidos por gallinas libres, sin explotación. Pero también marcas tradicionales han hecho cambios, como Hellmann’s que lanzó una mayonesa vegana con 0% ingredientes de origen animal.
Una propuesta aún más curiosa es la de Quelp, marca que produce hamburguesas hechas de algas. Y así, varios ejemplos de productos que van en esta línea.
Asesórese siempre con un profesional
Según un estudio de Ipsos, el 22% de los chilenos sigue una dieta vegetariana, y ocasionalmente consume proteína animal. Al mismo tiempo, estudios aseguran que disminuir el consumo de carnes rojas, moderar el de otras fuentes de proteína animal y aumentar el de alimentos de origen vegetal como legumbres, frutos secos, frutas y verduras, es la medida más eficaz de reducir el impacto ambiental y mejorar la salud.
Sin embargo, la representante del Colegio de Nutricionistas destaca que «siempre es importante realizar los cambios de dieta supervisados por un profesional, para que no exista déficit de algún nutriente».
El flexitarianismo NO elimina al 100% las carnes rojas. Solo se trata de comer de manera sustentable.
Ojo con los desafíos
Campañas como el “Lunes Sin Carne”, o el #VeggieChallenge, ayudan a popularizar esta tendencia alrededor del mundo. Ante esto, Sepúlveda reitera el llamado a asesorarse por un profesional.
«El #VeggieChallenge es muy drástico. Comer sólo vegetales por 30 días es una acción que debe hacerse bajo supervisión, sobre todo en el caso de personas muy jóvenes, embarazadas o quienes tengan diabetes o alguna condición», añadió. En este sentido, la nutricionista destaca que comer legumbres o pescado podría servir para mantener ese equilibrio tras reducir el consumo de carnes.
«Sería interesante que, ante el desafío de los ‘Lunes sin Carne’, hiciéramos los ‘Lunes de legumbres’ para recuperar el hábito de su consumo, que lamentablemente se ha ido perdiendo con los años», agregó la profesional.
La dieta en resumen
Cabe destacar que en el flexitarianismo no se eliminan las carnes al 100%, solo reduce su consumo a un 10% o 15%. Lo idea es consumirla solo 1 o 2 veces por semanas (carnes rojas) y complementar el resto de la semana con pescados y legumbres.
Las verduras que se seleccionan, y todo alimento, debe ser lo más natural posible. De pequeños productores o procesos que aseguren un bajo impacto ambiental.
Por eso se le llama «alimentación consciente». ¿Con qué? Con nuestro planeta y nuestro cuerpo.