El gerente de Operaciones de Essal, Andrés Duarte, confirmó que la reposición del servicio de agua potable para la ciudad de Osorno, Región de Los Lagos, tras el derrame de petróleo que afectó una planta, podría tardar entre cuatro y siete días luego de que el proceso de retrolavado de los filtros no tuviera éxito.
PUBLICIDAD
Debido a lo anterior, el intendente de Los Lagos, Harry Jürgensen, exigió un solución más rápida, que implicaría el traslado de grandes cantidades de cuarzo, carbono y otros materiales que se usan en los filtros, para lo cual se pedirá la ayuda de la FACH, de ser necesario un rápido traslado aéreo, pero que de concretarse, tardará por lo menos 48 horas.
Ante ello, la autoridad regional afirmó que «no estamos buscando una solución barata, sino una solución rápida y no hay problemas de recursos. Aquí hay un responsable y en una segunda etapa vamos a ver quién cubrirá estos costos».
En tanto, el superintendente (s) de Servicios Sanitarios, Jorge Rivas, anunció que la entidad que lidera le impondrá la máxima sanción legal a la empresa, pues denunció que Essal notó los problemas durante la tarde del miércoles, sin embargo dio aviso a la Superintendencia de Servicios Sanitarios (Siss) en la mañana del jueves.
Además, Rivas dijo que la compañía no estaba preparada para un abastecimiento de emergencia, pues no contaba con suficientes estanques, camiones aljibe, ni fuentes alternativas de agua. Debido a la emergencia sanitaria, el superintendente (s) se trasladó ayer al sur del país para fiscalizar en terreno la situación y supervisar los trabajos que la cuestionada empresa está realizando en la remoción de escombros y restablecimiento del suministro.
Desde la Siss informaron que se encuentra en investigación si, producto de la demora que se sigue manteniendo en la restitución del servicio, los usuarios consumieron agua contaminada, aunque aseguran que la probabilidad de que eso haya ocurrido es muy baja, pues la contaminación con petróleo es bastante fuerte como para que una persona no lo note.