Son estudios que cuesta que el ciudadano común como usted que lee este diario pueda entender, pero que de alguna u otra forma son reflejo de que el país no está haciendo bien las cosas y eso repercute en el bolsillo de todos.
Se trata del ranking de Competitividad Mundial del Institute for Management Development (IMD) en colaboración con la Universidad de Chile, donde Chile prácticamente se desploma siete puestos desde el 35 al 42 entre 2018 y 2019, siendo la economía que más cae de un año a otro entre las 63 economías del mundo consideradas.
Este estudio considera ítems como el desempeño económico, la infraestructura, la eficiencia empresarial y la gubernamental. “Esto es resultado de una combinación de cosas, puede que nuestros aspectos para la competitividad hayan empeorado o no mejorado tanto como en los otros países”, sostiene Cristián Echeverría, director Centro de Estudios de Economía y Negocios de la U. del Desarrollo.
En la misma línea, Hugo Caneo de la Facultad de Economía y Negocios de la U. de Chile, afirma que “no estamos generando un ambiente o un medio ambiente para que se puedan crear negocios fácilmente” y no es por medidas que no se han tomado acá, “sino que no estamos actualizándonos como otros países”, añade.
¿Y qué estamos haciendo mal? Echeverría apunta lo que se destaca en el informe es una caída en la capacitación de los trabajadores y entrenamiento continuo, “ahí hay un punto negro”, dice. Eso va acompañado de una falla en la transformación digital en las empresas y lo lento que avanza ese proceso.
Caneo suma a lo anterior lo que califica como una legislación laboral “rígida”, que “no está reconociendo lo que está pasando en el mundo, la automatización y el uso cada vez más intensivo de la tecnología (…) ahí hay una falta de realismo de la legislación chilena”.
Otro aspecto al que apunta el académico de la U. de Chile es facilidades tributarias para el emprendimiento. De hecho, el docente de la UDD destaca que el informe revela una declinación en este aspecto. “Puede que estemos haciendo muchas cosas, pero otros países están haciendo más”, subraya.
Caneo además hace hincapié en el daño que se ha generado por la crisis de confianza en las instituciones. “Si hay algo que debierámos hacerle guerra frontal es a la corrupción”, enfatiza.
¿De quién es la culpa?
«Es consecuencia de malas reformas que hicimos en el pasado, lo hemos dicho muchas veces», respondió el Presidente Piñera al ser consultado sobre el tema en una entrevista para un medio regional en el Biobío. Sin embargo, ambos especialistas afirman que ya no se debe insistir en ello.
“No se puede vivir echándole la culpa al gobierno anterior, estas condiciones de competitividad son cosas que se van generando a través de muchos años, no son cosas que cambien brutalmente de año en año”, indica Echeverría.
Chile cae en raking, pero ¿cómo nos afecta eso? “Significa que no estamos teniendo las oportunidades que podríamos tener”, sentencia el académico de la U. de Chile.
Además afirma que perder competitividad hace al país menos atractivo, lo que perjudica a la economía. “Te pega en que tienes menos posibilidades de trabajo, de cambiarte de trabajo (…) Entre más demanda por trabajadores, los sueldos suben”, subraya.
E insiste en que menos creación de empresas, es “menos generación de trabajo, menos posibilidades para todos los chilenos” y que para la gente que está estudiando, “significa que le será más difícil encontrar trabajo”.