Construir bajo tierra tiene un elevado costo. Sin embargo, también podría otorgar grandes beneficios. Según datos de la ONU, actualmente, el 55 % de las personas en el mundo vive en ciudades. Se estima que esta proporción aumentará hasta un 13 % de cara a 2050, por lo que el desarrollo sostenible dependerá cada vez más de que se gestione de forma apropiada el crecimiento urbano.
Actualmente, las áreas más urbanizadas son América del Norte (82 % de población urbana), América Latina y el Caribe(81 %), Europa (74 %) y Oceanía (68 %). La solución podría estar bajo tierra. Durante un congreso mundial sobre túneles, realizado en la ciudad italiana de Nápoles varios especialistas plantearon que las construcciones subterráneas ayudarían a cumplir parte de los objetivos establecidos por la ONU en materia de desarrollo sostenible.
Perdiendo tierra cultivable
«Parece que no nos damos cuenta de que cada año perdemos grandes superficies de tierra cultivable a un ritmo alarmante, justo allí donde al contrario deberíamos aumentarlas para alimentar a la población mundial en pleno crecimiento», señaló en dicha instancia el ingeniero civil Han Admiraal, reconocido experto en materias subterráneas.
El experto señaló además que «los espacios subterráneos podrían usarse fácilmente para la agricultura».
Los avances científicos realizados en ámbitos como la acuaponia, un sistema que combina la producción de peces y hortalizas sin suelo, también pueden contribuir a incrementar la oferta de alimentos sin aumentar la superficie cultivada y además reduciendo el coste de transporte si estas «granjas» se instalan bajo las ciudades.
¿Qué puede haber bajo tierra?
Galerías, centros comerciales, oficinas, galerías de arte y hasta hoteles se están sumando a esta tendencia en todo el mundo. Así mismo, la construcción de viviendas de diseño innovador.
¿Podría aplicarse la construcción subterránea en Santiago? Según el arquitecto catalán, Luis Alonso, quien lleva más de 5 años en Chile «Santiago puede crecer verticalmente en espacios públicos y privados, pero bajo suelo».
El arquitecto señala que el subsuelo de la ciudad es un extraordinario valor a rescatar y potenciar con una superficie extremadamente amplia.
Aplicar creatividad a los espacios
“No es posible que se entregue tanto protagonismo a estacionamientos vehiculares y se desaproveche ese espacio en el que se podrían construir equipamientos deportivos, centros culturales, auditorios, bibliotecas, centros de asistencia sanitaria, oficinas administrativas, comercio de cercanía, instalaciones para la infancia, spas urbanos, espacios de coworking para jóvenes, centros de día para adultos mayores u otros”, agregó.
«Son subsuelos que, con una adecuada y sensible respuesta arquitectónica, pueden ofrecer grandes cualidades espaciales y visuales, con comunicaciones verticales, y amplias plazas hundidas para el acceso por inundación de la luz natural», explicó.
Alto costo: freno a esta tendencia
¿Qué nos detiene? Según Gerardo Ureta, académico de arquitectura de la Universidad mayor, el gran problema en Santiago es el costo.
«Nuestros suelos tienen mucha roca, por lo que se necesita dinamitar para poder construir bajo tierra, con un elevado costo», explicó. Según Ureta, el costo de construir bajo tierra podría ser incluso 10 veces mayor a realizarlo sobre el suelo.
Pese a que no destacamos con mega proyectos de este tipo, en Chile ya contamos con algunas construcciones simples que van en la línea de darle otro uso a los subsuelos. Ejemplo de aquello es el Centro Cultural Palacio de La Moneda y su gran espacio para las artes, así como también las zonas generadas en torno a la red de metro, como la galería SubCentro en el Metro Escuela Militar.
4 Ventajas de las mega construcciones subterráneas
- 1.- Evitan utilizar terreno fértil, útiles para la práctica de agricultura o áreas verdes
- 2.- Este tipo de construcciones brindan protección frente a fenómenos meteorológicos como huracanes.
- 3.- Contar con firmes estructuras subterráneas, puede otorgar mayor estabilidad a la superficie en terrenos blandos.
- 4.- Hay múltiples diseños que permiten optimizar recursos de calefacción de mejor manera.
¿Qué son?
Las mega construcciones subterráneas son espacios de desarrollo de vida urbana bajo tierra.
Pueden ser centros culturales, centros comerciales, teatros e incluso hoteles. Hay quienes han construido sus casas bajo esta modalidad.
En Santiago son construcciones complejas de realizar, dado a que el subsuelo suele ser duro y con alta presencia de rocas. En los casos en que se han realizado construcciones de este tipo, generalmente se debe trabajar con dinamita.
Entrevista a Gerardo Ureta, académico de arquitectura y construcción civil de la Universidad Mayor
- ¿Qué tan posible es realizar estas construcciones en Santiago?
Lo primero que hay que señalar es que en Santiago aún tenemos mucho suelo disponible. Lo complejo de este tipo de construcciones es que los costos son mayores. Aunque a veces, al determinar que el proyecto no cabe en la zona elegida, se puede evaluar la construcción subterránea.
- ¿Cuánto más caro puede ser la opción bajo tierra?
Puede llegar a costar hasta 10 veces más caro que construir sobre el suelo. Esto se debe a que el terreno donde está emplazado Santiago es bastante rocoso y, por lo tanto, se debe dinamitar para poder construir bajo tierra.
- ¿Por qué motivo se ven estas mega construcciones en otras partes?
Se trata de proyectos innovadores. Y tal vez, el costo en esos lugares es más bajo porque son terrenos más blandos. Esa podría ser la desventaja de Santiago para ese tipo de proyectos. Sin embargo, hay que recordar que gracias a que nuestro terreno es más rocoso, soportamos mejor los terremotos.
- ¿Crees que veamos proyectos así en los próximos años?
Difícil, pero sería muy innovador. Lo que podríamos aprovechar, son aquellas construcciones subterráneas que ya tenemos en el centro Santiago. Hay muchas galerías, subterráneos de edificios e incluso túneles del metro que están en desuso, muchas veces utilizados como bodegas. Sería interesante hacer una suerte de «rehabilitación» de esos espacios.