La Red de Sobrevivientes de Abuso Eclesiástico de Chile lanzó este fin de semana el «mapa del horror de la iglesia«. Se trata de una iniciativa que registra los 230 crímenes sexuales que la agrupación contabiliza en todo el país, y que desde ahora estará disponible al detalle y geolocalizada en línea.
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El Mapa del Abuso Sexual Eclesiástico contabiliza dos cardenales, seis obispos, 35 autoridades (canciller, director de colegio, vicarios, superiores, responsables, entre otros), tres capellanes, 146 sacerdotes, cinco diáconos, 36 hermanos consagrados y nueve laicos o catequistas.
La iniciativa fue desarrollada íntegramente por la organización y financiado por las propias víctima en un servidor seguro contra posibles hackeos, a modo de graficar todo el daño que la Iglesia ha realizado en entornos eclesiásticos y centralizar la información, que hasta ahora cae a goteo desde la Iglesia.
La red presentó el mapa en el Museo de la Memoria, ya que además de buscar presentar la información al público, pide crear una Comisión para la Verdad, Justicia y Reparación, algo similar a lo que ocurre con las violaciones a derechos humanos en dictadura.
El mapa no solo contabiliza a los abusadores, sino que también a la red de encubrimiento. Por eso, y si se revisa en el mapa el punto geolocalizado en Plaza de Armas 400 de Santiago, aparece Ricardo Ezzati. Se le adosan al menos 3 denuncias y se notifica que la primera denuncia contra él ocurrió en 2009.
“Nosotros no deberíamos estar haciendo mapas. Deberíamos estar siendo cuidados y atendidos por organismos del Estado en nuestro camino de sanación. Pero con dolor nos damos cuenta que las pesadillas de nuestros abusos se cruzan con un horror del presente: niños, adolescentes y personas vulnerables en peligro actual, y por eso reaccionamos”, explicó Helmutz Kramer, vocero y organizador de la red.
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Según cifras que maneja la organización, la tasa de sacerdotes chilenos que comenten abusos sexuales al menos doblaría al promedio mundial. Explican que la tasa en el mundo es de un 7% de sacerdotes abusadores, sin embargo el clero chileno tendría una incidencia de entre el 11% y 15%.
Además, otro de los datos interesantes que surgen del mapa es que en Chile son tres las congregaciones religiosas que incurren en más delitos: los salesianos (27), jesuitas (24) y maristas (26).
Pese a lo potente de las cifras, la red recalca que «este material está incompleto. El secretismo galopante que mantiene la Iglesia Católica en todo el mundo hace muy difícil conseguir toda la información necesaria (…) sólo entre el 4 y 6 % de este tipo de delitos se denuncia, cuatro de cada doce víctimas hablará con alguien de confianza sobre el delito, otras seis nunca le dirán a nadie el ataque que sufrieron y a pesar de convivir con secuelas de por vida morirán en silencio».